Todo indica que el año 2025 será aún peor en la persecución judicial de Cristina Fernández de Kirchner y del peronismo en general. En el aparato de Comodoro Py, siempre en sintonía con el macrismo, aparece en el horizonte un fallo definitivo en la causa llamada Vialidad, aunque debe ser dictado por una Corte Suprema llena de guerras internas. Desde el cuarto piso del Palacio de Tribunales filtraron que la resolución saldría después de mitad de año, antes de las elecciones. Supuestamente, tribunales orales deben avanzar en el juicio de la bochornosa causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán, un juicio que nadie quiere hacer porque saben que no hay delito alguno. También está listo para ir a juicio otro expediente en el que CFK ya había sido absuelta, Hotesur-Los Sauces, aunque faltan concretar numerosas pericias. El 6 de noviembre, fecha en teoría confirmada, se pondrá en marcha el insólito juicio por los llamados Cuadernos que habría escrito el chofer Oscar Centeno. Son 168 imputados, o sea que habrá unos 300 defensores, y todo se hará por zoom. En el camino se está haciendo ahora una pericia caligráfica para ver si en verdad fueron escritos por Centeno. Para completar, habrá juicios por la compra de Gas Natural Licuado (en marzo) y por plantas potabilizadoras de Aysa (en abril). La ultra actividad contra el peronismo contrasta con la parálisis y hasta el fin de las causas que tienen a Mauricio Macri y al macrismo como acusados. El ejemplo más impactante fue el fallo de la Corte del viernes pasándole a la justicia porteña -dominada por Macri- la causa del Correo, que se inició hace dos décadas. No se habla ni remotamente de las imputaciones por los parques eólicos o los peajes y los escandalosos blanqueos de los hermanos y la madre de Macri por decenas de millones de dólares. Tampoco apareció ningún fiscal que tomara las denuncias de Ricardo Lorenzetti en sus fallos en disidencia: afirma que sus colegas nombran en puestos de la Corte a personas que no trabajan e inauguran secretarías que no funcionan. Es decir, malversación de fondos públicos.
Como los expedientes tienen inmensos agujeros negros porque a CFK nunca le encontraron cuentas o sociedades en el exterior o bienes no declarados -a diferencia de la aparición de Macri en Panamá Papers, sociedades en Luxemburgo y otros paraísos fiscales, además de los blanqueos-, la sucesión de fallos y juicios debe saltear una cantidad enorme de obstáculos.
Fallo definitivo en Vialidad
Tras el juicio de tres años y medio en el que a CFK ni se la nombró, pero igual fue condenada, la Casación -ampliamente dominada por el macrismo- hizo un copiado y pegado de lo decidido por el Tribunal Oral, confirmando la condena a seis años de prisión para CFK. En febrero, los abogados de la ex presidenta, Carlos Beraldi y Ari Llernovoy, presentarán el recurso para llegar a la Corte Suprema.
Los voceros habituales del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, hicieron circular el dato de que la resolución saldría después de la feria judicial de julio, o sea antes de las elecciones, que son en octubre. Además de la pena actual de seis años de prisión, los fallos contemplan la inhabilitación perpetua. Habrá que ver cómo juega la Corte en este terreno.
Sin embargo, los enfrentamientos entre los cortesanos son feroces y, además, deberá resolverse qué sucede con los dos jueces que Javier Milei quiere designar, Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. De manera que el panorama en el cuarto piso es incierto y la mayoría de quienes conocen el mundo judicial creen que no habrá fallo en 2025.
Pero será una espada de Damocles.
Juicio por el Memorándum con Irán
La Corte revocó el sobreseimiento de CFK, Carlos Zannini, Oscar Parrilli y otros ex funcionarios del gobierno de Cristina, ordenando que se haga un juicio. Como sucede en casi todas las causas, y usando los términos de la ex presidenta, el Tribunal Oral más bien parece un pelotón de fusilamiento. De hecho, hay dos jueces de la causa Vialidad, uno, Rodrigo Giménez Uriburu, que era aquel que jugaba en la Liverpool, el equipo de fútbol que transitaba por la quinta de Mauricio Macri. El otro, Andrés Basso, firmó el fallo en el que se exigían 12 años de prisión, no seis, para CFK en la causa Vialidad. El tercer magistrado es Javier Ríos. Página/12 preguntó cuándo empezarían las audiencias y los magistrados contestaron que no saben.
El juicio en sí es engorroso, 13 imputados y 300 testigos, pero además todos saben que es una causa armada desde la geopolítica e impulsada especialmente por la DAIA. Es el único caso en el mundo entero en que una organización de la comunidad judía protagoniza la acusación contra una presidenta o ex presidenta.
Todos los imputados fueron sobreseídos en su momento por inexistencia de delito, dado que se trató de un tratado que se votó en las dos cámaras del Congreso y nunca entró en vigencia. La Corte dio a entender que hubo una trama paralela o sea que todos los diputados y senadores fueron engañados, algo que no debe tener antecedentes en el planeta.
El monumental juicio por los Cuadernos
Los datos del juicio Cuadernos ya ponen en duda la realización del proceso, aunque es el juicio que ya tiene fecha de inicio: 6 de noviembre de 2025. Imputada CFK, pero otras 167 personas más, incluyendo empresarios como el primo de Macri, Angelo Calcaterra. En una maniobra escandalosa, Comodoro Py rescató al dueño y los ejecutivos de Techint con el argumento de que pagaron una coima para salvar a sus trabajadores de Venezuela, en conflicto con el gobierno de Hugo Chávez. Esos ejecutivos después entraron al blanqueo con cifras de envergadura. Del lado de los funcionarios estará Roberto Baratta, el número 2 de Planificación, ya que Centeno era su chofer. Y también Julio De Vido, el ex ministro.
Si hay 168 imputados, la lógica indica que habrá unos 300 abogados, además de fiscales y un largo listado de funcionarios del tribunal. Como no hay una sala que le dé cabida a tanta gente, el juicio se hará de manera remota, por Zoom. Pero eso no reduce las dudas: casi todos se preguntan si eso será técnicamente posible.
En la actualidad se está haciendo, después de seis años, una pericia oficial sobre la escritura de seis de los ocho cuadernos. En el análisis que se hizo en base a un trabajo encargado por los empresarios Armando Loson y Gerardo Ferreyra, la conclusión fue que se borraron y cambiaron contenidos, que los últimos cuadernos, que sirvieron a las principales imputaciones, fueron dictados y que intervino más de una mano en la redación. En especial, habrá que esclarecer cómo es que el chofer Centeno dijo que había quemado los cuadernos y resulta que seis de los ocho aparecieron intactos.
Otro juicio: Hotesur-Los Sauces
La Corte también revocó el sobreseimiento de CFK y todos los imputados en la causa Hotesur-Los Sauces, que tiene que ver con el alquiler de hoteles y otras propiedades de la familia Kirchner. El máximo tribunal ordenó que también se haga un juicio.
Como hubo sobreseimiento se dejaron de hacer las pericias que se estaban haciendo en su momento: el valor de los inmuebles que se alquilaron y si los alquileres se hicieron a precios de mercado. Todo eso tardará, sin dudas.
El juicio en sí mismo también es de envergadura: hay 27 acusados, lo que incluye algunos disparates como la imputación a empleados del Banco Nación a través del cual se hicieron los pagos y algunos préstamos.
El delito por el que se acusa es el de lavado de dinero, pese a que todos los alquileres se hicieron en blanco, registrados y los pagos se cursaron en forma bancaria.
Con las pericias de por medio, es difícil que el juicio empiece en 2025. Pero nunca se sabe.
Y, además, GNL, potabilizadoras
En marzo arranca el juicio por la compra de GNL, causa instruida por el fallecido juez Claudio Bonadío en base a una pericia (falsa) realizada por el perito David Cohen, quien incluso copió tramos de estudiantes chilenos. Hasta el ex ministro de Macri, Juan José Aranguren, sostuvo que la pericia de Cohen era un disparate. Lo asombroso es que el perito afronta un juicio por falso testimonio agravado, pero las audiencias que debían empezar el 18 de diciembre se postergaron para abril. O sea, se hará un juicio (esencialmente contra Baratta y De Vido) en base a una pericia falsa, cuyo autor estará siendo juzgado en otro tribunal. Como condimento adicional está el hecho de que también metió mano, declaró como testigo, el falso abogado Marcelo D’Alessio.
En abril se inicia el juicio por dos plantas potabilizadoras de Aysa. En Brasil, funcionarios de la empresa Odebrecht dijeron que pagaron coimas por esas obras. El testimonio de los arrepentidos fue anulado en Brasil y en le juicio de la Argentina, en principio, son testimonios que no se podrán usar. En el banquillo estarán Baratta, De Vido, José López y, del lado empresario, el primo de Macri, Calcaterra, y quien se consideraba el representante de Odebrecht en la Argentina, Jorge Corcho Rodríguez.
Algunos indicios hacen pensar que parte del dinero de Odebrecht fue el arrojado por López en el convento de General Rodríguez.
Macri, ultraprotegido
El fallo de la Corte del viernes, instituyendo al Superior Tribunal de Justicia porteño como revisor de los fallos de jueces nacionales, dejó en manos de la justicia de CABA -controlada por Macri- la causa del Correo, en la que el ex presidente es el acusado. La totalidad de los juristas sostuvieron este fin de semana que la resolución es contraria a la Constitución y es una jugada a la medida del líder del PRO. Una especie de pasaporte a la impunidad.
Pero, además, todo el aparato de Comodoro Py se mueve en línea con el macrismo y, en especial, en defensa de la propia trama del edificio de Retiro. La causa de los parques eólicos, con el manejo de una sociedad de los Macri oculta en Luxemburgo, no tiene movimiento visible. La causa de los peajes -aumentados en forma escandalosa por Macri, siendo titular de parte de las acciones de la Panamericana- tampoco. La familia Macri blanqueó decenas de millones de dólares -los hermanos y la madre-, o sea que tenían fondos y sociedades escondidas.
Y, para redondear, se le pone fin a las pseudo-investigaciones por viajes de lujo pagados por privados y fiestas fastuosas sin explicación alguna. En sus fallos en disidencia, Lorenzetti denunció a sus propios compañeros de la Corte por malversación de fondos públicos (designaciones de funcionarios que no trabajan y oficinas armadas de urgencia), pero no aparece ningún fiscal que transforme esas denuncias en causas judiciales.
Lo que está vigente, no sólo en la Argentina, es un superpoder, descontrolado, inmensamente enriquecido, y enfocado en la utilización de la justicia para la persecución política. 2025 será año de nuevas confrontaciones con ese superpoder.