Todos los ojos estarán puestos en lo que hará el juez Manuel García Mansilla a partir de este lunes para saber si, efectivamente, presentará su renuncia en la Corte Suprema de Justicia –como corrió el rumor que lo haría este fin de semana–, después del contundente rechazo que tuvo su pliego en el Senado o sí, tal como quiere la mayoría dentro del Gobierno, continúa formando parte del máximo tribunal. En la Casa Rosada están decididos a que el juez designado por decreto en comisión siga en su cargo hasta el 30 de noviembre de este año, y presionan para lograr ese objetivo. En esa línea, este domingo presentaron un Per Saltum ante la propia Corte para buscar dejar sin efecto el fallo que firmó el juez Ramos Padilla, que ordenaba prohibirle a Mansilla que rubrique sentencias o resuelva cuestiones administrativas dentro del máximo tribunal. Pero internamente surgieron diferencias y algunos preferirían que el supremo ilegítimo tire la toalla y renuncie. Este martes, en tanto, el Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Sitraju) convocó a una movilización para pedir la renuncia del juez.
En Casa Rosada están golpeados. La semana pasada fue una de las más duras para el gobierno después del fracaso con los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en la Cámara Alta y también por el papelón que hizo el Presidente al viajar de urgencia a Estados Unidos con su ministro de Economía, Luis Caputo, para intentar ver a Donald Trump en un evento y fracasar. Si bien desde el oficialismo tratan de bajarle el precio a las dos derrotas y se muestran confiados con que los números les dan bien en las encuestas de cara a las elecciones legislativas, los golpes les entraron y por estas horas están evaluando los pasos a seguir.
Con respecto a los jueces de la Corte Suprema, en Balcarce 50 puntualizan que no insistirán con el pliego del juez Ariel Lijo y, a la vez, muy cerca de Milei creen que García Mansilla debe seguir en su cargo hasta el 30 de noviembre. El jefe de gabinete, Guillermo Francos hizo declaraciones en esa línea y opinó que “en absoluto sería inconstitucional”, que el juez permanezca en el cargo porque, para Francos “quienes determinan la inconstitucionalidad o no de un acto es la Corte Suprema, que ya lo resolvió y le tomó juramento, así que no veo la posibilidad que nadie plantee la inconstitucionalidad porque él fue designado por decreto hasta el 30 de noviembre”.
“Vamos a insistir porque él sigue vigente hasta el último día de noviembre. El primero de diciembre se lo volverá a mandar a comisión”, aseguraban a este diario cerca del Presidente sobre el juez de la Corte que fue rechazado por el Senado. En el oficialismo, en tanto, confían que en estas elecciones tendrán buenos resultados, que mejorarán los bloques oficialistas en el Congreso y que con una mejor composición en el Senado tendrán más chances después del 10 de diciembre. Otros esbozaron la idea de presentar los pliegos de otros dos jueces, aunque todo dependerá de qué pase este lunes y la definición que tome el cuestionado supremo.
Desde otro sector del gobierno, en tanto, prefieren no insistir con el tema y decir que la definición deberá tomarla Mansilla, tratando de correrse del centro. El vocero Manuel Adorni, hombre de Karina Milei, hizo esa declaración el jueves. Dijo que la permanencia o no del juez después del rechazo del Senado “es un tema estrictamente jurídico”, y que “será una decisión de García Mansilla que siga o no en el cargo”. “No tenemos nada para opinar y, en tal caso, es su decisión. No le vamos a pedir nada, es una decisión de él en la que nosotros no interferimos”, finalizó. La postura de Adorni perdió credibilidad este domingo, cuando se conoció que el Poder Ejecutivo acudió por per saltum a la Corte Suprema para ir contra la medida cautelar de Ramos Padilla, que le prohibía a García Mansilla seguir fallando.
Otro de los que habló del tema fue el senador Bartolomé Abdala. En una entrevista radial, el legislador indicó que para él la decisión sobre la continuidad de Mansilla dependería exclusivamente del magistrado, y expresó: “No le pudimos dar los dos tercios, y a mi modo de ver, lo debe resolver él. No corresponde que opine”. El senador, además, dejó entrever que desde la Casa Rosada intentaron suspender la sesión del jueves, en la que finalmente fueron rechazados los jueces. “Esas cosas quedan en mí, no voy a exponerme en ese tema, pero a nadie le gusta perder”, dijo ante la pregunta del periodista.
Mansilla, cuyo pliego fue rechazado por 51 votos en contra y 20 a favor, no se presentó en su despacho como juez de la Corte Suprema el viernes de la semana pasada y, por más que en Balcarce 50 quieren que continúe hasta diciembre, sabe que su tiempo ya empezó a correr y que mientras más intente quedarse en el cargo más desprestigio irá sumando.
Mientras el gobierno presiona y García Mansilla define qué hacer, desde el sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires (SITRAJU) convocaron a una movilización que se realizará este martes para pedir por la renuncia de Mansilla: “Fuera de la corte usurpador García Mansilla” es el título que eligieron y anunciaron que concentrarán desde las 12 en la puerta de Tribunales, ubicada en Talcahuano 550.