La justicia procesó ayer a siete personas del circulo de Edgardo Kueider, entre los que están su primo y un socio. La jueza Sandra Arroyo Salgado había ordenado la detención el 20 de marzo tras acusarlos de integrar una organización criminal que colocaba en el sistema bancario sumas millonarias que provenían de negocios ilícitos. Ahora, dictó el procesamiento con prisión preventiva por lavado de dinero y asociación ilícita.
Mientras el exsenador –aliado de La Libertad Avanza– continúa en prisión en Paraguay junto a su secretaria Iara Guinsel Costa por intentar cruzar la frontera con 200 mil dólares no declarados, en los tribunales de San Isidro hay movimiento. Fueron procesadas siete personas allegadas a él que, presuntamente, le facilitaban el blanqueo de activos, que incluye, por ejemplo, la compra de tres departamentos en Entre Ríos. Algunos son parientes, otros colaboradores y también hay contadores.
Entre los procesados está Rodolfo Daniel González, amigo de Kueider, que es el dueño de la camioneta que usaba el exsenador cuando fue detenido y que es empleado de la Biblioteca del Congreso desde 2004. González era socio en la empresa Betail SA, a través de la cual hacían las operaciones de blanqueo. También está su primo, Javier Rubel, que pasó de trabajos informales como albañil a ser empresario.
Ambos fueron considerado por Arroyo Salgado como co-autores del delito de “lavado de activos, doblemente agravado por haber sido cometido con habitualidad, como miembro de una asociación-banda formada para la comisión continuada de hechos de esta naturaleza y por las intervenciones de funcionarios públicos que habrían cometido el hecho en ejercicio u ocasión de sus funciones, en concurso real con el ilícito de uso de instrumento privado falso, en carácter de partícipe necesario”. Además, fueron embargados por 7.800 millones de pesos. También fueron procesadas Adriana Cecilia Crucitta, abogada y socia de González; los contadores José Carlos Nogueras y Ezequiel Bovetti, que aportaban en la estructura de la empresa y Gabriela Saint Piere, esposa de Nogueras.
Según explicó el fiscal federal Fernando Domínguez en su acusación, Betail le sirvió a Kueider como base para recibir activos líquidos, en apariencia legales, aunque, en realidad, “no tuvo nunca capacidad económico-financiera de generar ganancia alguna” y que fue “Kueider la persona que adquirió los departamentos y cocheras del edificio Live con fondos presumiblemente originados en hechos de corrupción funcional, contando con la estrecha colaboración de Rubel, González y Gabriela Saint Pierre, en la configuración de la sociedad fantasma que se instrumentó como pantalla, y de Nogueras, Ferreyra y Bovetti en el entramado de acciones para aparentar de que se trataba de una empresa real”. Arroyo Salgado también declaró en rebeldía a la empresa, luego de que se confirmó que en el domicilio declarado había una casa deshabitada.
Como contó Página/12, el fiscal Domínguez incluyó como pruebas imágenes de Kueider contando grandes cantidades de dinero en su despacho mientras era secretario General de la Gobernación, durante el mandato de Gustavo Bordet, entre el 2017 y 2019, que tendrían vinculación con las coimas que la empresa Securitas pagó para operar en ENERSA, la empresa estatal de energía entrerriana, y por la que es investigado en otra causa.