El eco trasciende el Barrio Ciudadela y el mundo del fútbol se sorprende, admira y otros – los rivales– estudian cómo enfrentar al San Martín de Tucumán que dirige Diego Flores. “El Ciruja” se hace lugar en las noticias, en el boca a boca de los estadistas y su campaña, los números alcanzados en la Primera Nacional, se vuelven tendencia. A tres fechas de terminar el campeonato, ya se aseguró su lugar en la final por el ascenso a la máxima categoría –la cual sería el 2 de noviembre– y aguarda por la definición de su rival. Los candidatos son: Nueva Chicago, sigue Aldosivi y un escalón atrás, viene San Telmo, Deportivo Madryn y Gimnasia de Mendoza.
Hasta ahora, lo que marca la estadística de San Martín es que faltando nueve puntos por jugarse, ha conseguido sacar 12 puntos de diferencia con el segundo de su zona y 23 puntos de diferencia con el tercero. Es el equipo con más puntos de los 38 que integran el torneo y el único con 23 victorias en 35 fechas. Lleva 25 partidos de 35 sin recibir goles. Es récord histórico del fútbol argentino con 12 partidos seguidos sin goles en su arco. Lleva 6 triunfos seguidos y eso también es destacable para El Ciruja. Y su efectividad en el torneo es del 72 %.
“Estoy muy contento, el primer objetivo está logrado. Hay mucha alegría. En este momento nos toca disfrutar, que ya el primer día que volvamos a trabajar tenemos que prepararnos muy bien. Alcanzamos el primer objetivo, ahora falta el más importante”, dijo Flores después de que su equipo le ganara a Patronato y consiguiera la clasificación a la final por el ascenso.
“Tenemos que jugar una final y vamos a estar muy enfocados en lo que nos queda. Es otra forma de prepararnos. No podemos perder la posibilidad de dar el 100% y llegar bien a ese partido. ¿El rival que nos gustaría? No tenemos preferencia. Estamos clasificados a falta de tres fechas y todos coincidimos en que tenemos que seguir bien para llegar de la mejor manera desde los resultados y desde el juego”, agregó.
La llegada de Flores al equipo de La Ciudadela fue a finales del año pasado y alumbró un camino de esperanza. Al principio, hubo una etapa de adaptación y observación, pero con el correr de los partidos y la forma de trabajo, supo meterse en el corazón de los hinchas. “El traductor”, como le dicen, gracias a su buen manejo del inglés y a la ayuda que le brindó a Marcelo Bielsa durante las conferencias de prensa, se formó al lado del “Loco” y fue parte de sus cuerpos técnicos en Olympique Marsella (2014/15), Lille (2017) y Leeds United (2018/2021).
Esos años le sirvieron de experiencia y transitó por distintos momentos. Primero empezó como una especie de pasante, completando planillas y con algunas colaboraciones, hasta que logró conseguir un espacio y desarrollar otra formación. Una más sólida, de informes de partidos y análisis de jugadas. Sin dudas, fue la puerta de entrada para abrirse camino como entrenador.
La primera experiencia la tuvo en Godoy Cruz y en esta segunda aventura, al frente de uno de los equipos más respetados de Tucumán, no deja de sorprender por lo que ha logrado plasmar dentro del campo de juego. “Es una persona muy valiosa, con aptitudes para dirigir. Su virtud no tiene que ver con que haya trabajado conmigo, siempre suelo con que mis compañeros me abandonen para encontrar el espacio con el que sueñan”, lo describió Bielsa hace unos años, cuando el Traductor todavía estaba en el Tomba.
Flores hace un trabajo integral y muchas veces, las horas del día parecen no ser suficientes para llegar con todo. Su metodología, según le describe a Página 12, abarca los siguientes pilares: “Scouting profesional a cargo del cuerpo técnico, revisados más de 200 perfiles de jugadores; preparación técnica, táctica y física de los jugadores con ejercicios para un juego equilibrado ofensiva y defensivamente; análisis del rival y del propio equipo adaptando la situación a las necesidades de los partidos; preparación de la pelota parada en ofensiva y defensiva mediante un manual de entrenamiento específico; preparación atlética de los jugadores en la faz física, alimenticia y prevención de lesiones; entrenamientos intensos adecuados a la carga física de los jugadores, bajo índice de lesionados; análisis de video individual y colectivo con los jugadores; compromiso de los jugadores con la idea y el plan de juego; adaptación al cambio y autocrítica constante”.
A partir de esos puntos se construye el proyecto Flores y se edifica un planteo de juego vistoso, con un equipo que siempre está intentando elaborar en ofensiva, sin perder de vista el aspecto físico y las pelotas divididas. Quizás la herencia de Bielsa más visible, además de poner siempre por delante el buen juego, sea la intensidad y la búsqueda de la perfección, sin dejar ningún detalle librado al azar. Hasta ahora está dando resultado y es lo que se percibe en el corazón de la Ciudadela, que palpita a la espera de otro ansiado regreso –el quinto– a la elite del fútbol argentino. Veremos si se traduce o no.