Boca sumó una nueva frustración una semana después de la derrota contra River: empató 1-1 con Tigre y perdió la oportunidad de quedar en el primer lugar del grupo. Con este resultado deberá enfrentar en octavos de final a Lanús, mientras que Tigre jugará contra San Lorenzo de Almagro.
Con Herrón como técnico interino (se supone que seguirá mientras el equipo continúe en carrera), Boca abandonó la línea de cinco, presentó un 4-3-3 flexible, pero no pudo superar los 5-6 puntos en el rendimiento colectivo e individual, en casi todos sus jugadores, con la excepción de Miguel Merentiel, protagonista de las llegadas más claras del equipo.
Entre ellas hay que anotar el gol de Zenón. Ese tanto fue producto de la maniobra más destacada del partido: pase de Velasco en profundidad hacia la derecha, enganche del uruguayo, cabeza levantada y toque preciso para Zenón, que le dio de primera y dejó parado a Zenobio. Un rato más tarde, en otra jugada muy lúcida, Merentiel le dejó servido el gol a Palacios, pero su remate se fue apenas desviado. No se entendió muy bien porqué Herrón lo reemplazó por Janson sobre la mitad del segundo tiempo.
El partido no fue técnicamente bueno, pero tuvo, especialmente en la primera mitad, varias situaciones de gol, generadas en algunos casos más por errores de los que defendían que por virtudes de los que atacaban.
Tigre fue un poco más en la primera mitad, en especial en los primeros 20 minutos, ya que ocupó bien los espacios. Saralegui, Gonzalez y Scipioni manejaban bien la pelota y se conectaban con el movedizo Fértoli, provocando inquietud en el fondo rival. Sin embargo, el gol llegó por la vía que más padecen los boquenses: la pelota detenida. Córner, cabezazo de Laso, y perdieron la marca de Scipioni que la empujó en las narices de Marchesín.
En el arranque del segundo tiempo y hasta la media hora, Boca levantó un poco su nivel y tuvo aproximaciones hasta el arco de Zenobio. El VAR le invalidó dos goles: uno por mano, apenas perceptible de Belmonte, y el otro por posición adelantada de Rojo. Pero con la salida de Merentiel y las entradas de Russo y Armoa, el equipo local terminó mejor. En el balance general quedó la sensación de que el empate fue lo más justo.
Merece un párrafo aparte la actuación de Tello. Amonestó injustamente a Battaglia en una jugada en la que ni foul había cometido, y antes de eso no cobró falta en una acción anterior (la que terminó con gol de Zenón) en la que el defensor había empujado a Ramírez. Además abusó del “siga siga”, con la pretensión de darle continuidad al juego.
Por
