Envalentonado por un pírrico triunfo en la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno de Javier Milei pisó el acelerador y logró hacer caer la sesión prevista para atenuar el filo de la motosierra que recorta los ingresos de los jubilados. Con la colaboración de los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy) y Leandro Zdero (Chaco), el oficialismo consiguió, además, bloquear la puesta en marcha de la comisión investigadora del criptoescándalo y evitar que se elijan sus autoridades. Como parte de la avanzada, Martín Menem presentó su propio proyecto para cubrir vacantes en la Auditoría General de la Nación y embarrar la sesión, eliminó del temario la convocatoria por $LIBRA y se puso al hombro las negociaciones con los gobernadores. Todo en nombre de una magra victoria que el oficialismo interpreta como un cheque en blanco para profundizar su deriva autoritaria.
Con 124 diputados presentes en el recinto, Martín Menem dio por caída la sesión a las 12:31 del mediodía. “Jugó a fondo”, resumió a Página/12 un diputado opositor a cargo de la estrategia parlamentaria. Además del vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, el propio Menem encabezó las conversaciones con varios gobernadores, a quienes se cruzó durante el evento de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham). “Es la primera vez que pone tanto empeño”, reconoció el legislador, que no dudó en señalar que “$Libra es lo que más desespera” al riojano. La noche previa a la sesión, Menem le envió una carta al titular del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, advirtiendo que la designación de autoridades en la comisión investigadora estaba fuera del reglamento. La hipótesis, coincidieron varios diputados, es que “Menem activó la discusión por las vacantes en la AGN para romper el quórum”. “Son estafadores con la cripto y estafadores en términos parlamentarios”, lanzó Martínez desde su banca, ya con la sesión caída. Y contraatacó: “Sería bueno que nos preguntemos si somos capaces de hablarles y mirar a los ojos a los jubilados que llenan la bolsita o el changuito, y cuando llegan a la caja tienen que andar viendo qué alimento dejan porque no son capaces de pagar la cuenta”.
Martín Menem, el hombre de Karina Milei en el Congreso, logró frustrar los planes de la coalición multipartidaria que había aprobado la conformación de la comisión investigadora y se preparaba para avanzar con una agenda especialmente incómoda para los libertarios. Unión por la Patria, Democracia Para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y la izquierda impulsaban una serie de proyectos previsionales, como la extensión de la moratoria, un aumento general del 7,2 por ciento para las jubilaciones, un refuerzo para el bono congelado desde marzo y una suba para la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Además, buscaban declarar la emergencia en las localidades más afectadas por el último temporal y designar las vacantes en la AGN, el organismo clave para el control de la administración pública, apurados por los movimientos del presidente de la Cámara, que convocó a la Comisión de Asuntos Constitucionales apenas unas horas antes de la sesión especial.
Las fugas se repartieron en todos los bloques. “Esta vez no contamos con los cordobeses”, adelantaron desde Encuentro Federal a este diario. En efecto, tres legisladores alineados con Martín Llaryora —Ignacio García Aresca, Alejandra Torres y Carlos Gutiérrez— se ausentaron. El gesto coincidió con un acuerdo cerrado días atrás entre la provincia y el Gobierno nacional para saldar una deuda histórica de la ANSES con la Caja de Jubilaciones cordobesa. El convenio contempla el pago de 5.000 millones de pesos mensuales, en doce cuotas, desde mayo hasta abril del año próximo.
También faltaron Jorge “Loma” Ávila (Chubut), Jorge Rizzotti (Jujuy, Democracia para Siempre) y Juan Carlos Polini (Chaco, Democracia para Siempre), quien ingresó al recinto una vez caída la sesión. La jugada de los gobernadores fue determinante para frustrar el quórum: Unión por la Patria contabilizó nueve ausencias propias, entre ellas Eugenia Alianiello (Chubut), Fernanda Ávila y Dante López Rodríguez (Catamarca), Roxana Monzón (Buenos Aires) y María Natalia Zabala Chacur (San Luis). En Santiago del Estero, el gobernador Gerardo Zamora sacó de la cancha a cuatro de sus siete legisladores: Celia Campitelli, Ricardo Daives, José Gómez y Bernardo José Herrera.
El operativo fue quirúrgico y transversal. El lunes, Martín Menem presentó un proyecto de ley para modificar la composición de la AGN, la iniciativa tiene como objetivo modificar la composición actual: en lugar de tres auditores por cada Cámara, propone otorgar cuatro lugares a la Cámara de Diputados y solo dos al Senado. Varios legisladores interpretaron la jugada como una maniobra desestabilizadora para romper el quórum. “Sin AGN, el viernes teníamos 132 votos. Con AGN, el número se ponía muy finito”, reveló un diputado a este diario.
Menem quebró el quórum, pero no logró romper el armado transversal que los bloques opositores sostienen en la cámara baja. “Terminamos la sesión y nos fuimos a tomar un café para ver cómo seguir”, describió un secretario parlamentario a Página/12. “Podría haber volado todo por los aires, pero no”, concluyó. Los próximos días serán clave para reordenar la estrategia. Fuentes legislativas anticiparon a este diario que dejarán pasar algunos días y volverán a convocar una sesión, posiblemente el 4 de junio. No lo harán la semana próxima por posibles medidas de fuerza del sector aeronáutico, que podrían complicar los traslados. “La intención es retomar los mismos temas, pero sacar del medio la discusión por la AGN”, adelantaron. El mayor obstáculo, sin embargo, sigue siendo el propio Menem, que —según deslizan en distintos bloques— “preferiría cerrar el Congreso antes que habilitar debates que incomoden al oficialismo”.