Cuáles son los signos del “BURN OUT AMOROSO” que tenés que prestarle atención, según la psicología


En la actualidad, la psicología ofrece explicaciones precisas sobre numerosos aspectos del comportamiento humano. Gracias al análisis emocional y conductual, no solo es posible comprender lo que sentimos, sino también encontrar caminos para sanar. Hoy nos centraremos en un fenómeno cada vez más común: el burn out amoroso.

Muchas parejas continúan sus relaciones a pesar de sentirse profundamente insatisfechas. A veces lo hacen por costumbre, por comodidad o por miedo al cambio, sin advertir que esta decisión puede tener consecuencias emocionales serias. Algunas personas incluso permanecen en vínculos dañinos sin saber exactamente por qué, atrapadas en un estado de agotamiento afectivo.

Este desgaste emocional, similar al burn out laboral, pero en el plano vincular, puede derivar en síntomas más graves si no se aborda a tiempo.

pareja enojada

Qué es el Burn out amoroso, según la psicología

El psicólogo Luis Guillen Plaza, especialista en terapia de pareja, le explicó al medio CuidatePlus que este fenomeno está en auge. Se caracteriza principalmente por un estado de agotamiento emocional y desgaste psicológico que se da dentro de una relación amorosa. Esto sucede, según el experto, cuando “la transición del enamoramiento a una etapa más madura no se gestiona adecuadamente”.

El problema suele desarrollarse de forma gradual y si no se detecta y trata en tiempo y forma puede generar profundos sentimientos de insatisfacción, frustración y desconexión emocional“. Esto puede variar de caso en caso, pero las razones que da el especialista son las siguientes:

1. Expectativas irreales sobre el amor

La cultura romántica, impulsada por las redes sociales, el cine y las series, ha idealizado las relaciones de pareja, mostrando solo sus momentos más felices, intensos y apasionados. Esto ha generado una creencia equivocada: que una relación debe ser una fuente constante de plenitud. Cuando la vida real no se ajusta a esas fantasías, llenas de viajes perfectos, detalles románticos y sonrisas constantes, aparece la frustración. Esta comparación constante con modelos ficticios puede minar la relación real y llevar al agotamiento emocional.

2. Cambios en la manera de vincularse

Hoy en día, la independencia personal y la autosuficiencia son valores centrales. Si bien tener autonomía es importante, muchas veces se evita cualquier forma de dependencia emocional por miedo a perder el control o la identidad. Esto puede generar vínculos fríos, distantes o desconectados. Cuando cada uno prioriza sus propias metas y proyectos sin integrar a la pareja en ese camino, el vínculo tiende a diluirse o perder sentido.

3. Relación con la inmediatez y baja tolerancia a la frustración

En la era de las apps de citas y las redes sociales, conocer nuevas personas parece más fácil que nunca. Esta accesibilidad ha modificado la forma en que se viven las crisis. Antes, las parejas solían esforzarse por superar los momentos difíciles. Hoy, ante la primera señal de conflicto, muchas personas optan por abandonar la relación en lugar de trabajar en ella, lo que también contribuye a una visión descartable del amor.

4. Estrés y sobrecarga cotidiana

El ritmo de vida actual, marcado por jornadas extensas, problemas económicos y múltiples exigencias, deja poco espacio para la vida afectiva. Las parejas a menudo sienten que su vínculo se convierte en una carga más que atender, en lugar de un refugio o espacio de contención. La falta de tiempo, de energía o simplemente de presencia emocional termina afectando la calidad del vínculo y alimentando el agotamiento.

Las llamada fases del amor son el elemento base que se necesita comprender: “Todas las relaciones comienzan con una fase de intenso enamoramiento, caracterizada por la ilusión, la pasión y una idealización de la pareja” explica Plaza. Mantiene que esta idealización no es sostenible en el tiempo y que con el paso de los meses o años haya un choque entre expectativas y realidad.

El proceso de desidealización es necesario para construir un amor sano y realista. El psicólogo acepta que aunque los cambios no son fáciles de asumir, sino se manejan adecuadamente pueden desembocar en el burn out amoroso.

Cómo identificarlo a tiempo

En cuanto a cuáles son los signos evidentes de que una relación está en esta situación, el experto en terapia de pareja señala:

Falta de comunicación, solo teniendo conversaciones superficiales:

  • Se habla solo de temas necesarios (logística, trabajo, responsabilidades) sin profundizar en lo realmente importante.

  • Se evita discutir problemas de la relación, aunque sean evidentes.

  • Aumentan los malentendidos debido a una comunicación deficiente, llena de resentimiento o de actitudes pasivo-agresivas.

Distanciamiento emocional y físico:

  • Desaparecen las muestras de afecto espontáneas: los besos, abrazos o palabras cariñosas son cada vez menos frecuentes o se sienten forzadas.

  • Pérdida de interés en la pareja: ya no se siente curiosidad por el otro ni se busca compartir tiempo de calidad.

  • Falta de intimidad: la conexión física disminuye drásticamente o se vuelve rutinaria y sin emoción.

  • La relación se convierte en una rutina vacía, sin momentos de conexión significativa.

Se prioriza la individualidad sobre la pareja

  • Cada miembro comienza a enfocarse más en su propia vida que en la relación.

  • Se priorizan actividades individuales (trabajo, amigos, hobbies) en lugar de compartir tiempo juntos.

  • Cuando están juntos, se siente incomodidad o aburrimiento, en lugar de conexión o disfrute.

Discusiones y tensiones constantes:

  • Las discusiones son frecuentes y ocurren por detalles insignificantes.

  • Cualquier desacuerdo se convierte en una pelea porque hay resentimientos acumulados que salen a la luz en cada conflicto.

  • En algunos casos, ocurre lo contrario: se dejan de discutir los problemas porque uno o ambos han perdido la motivación para arreglarlos. El agotamiento es tan grande que se decide dejar de discutir y desconectar, como si nada de lo que ocurriese fuese con ellos.


Fuente: Ambito