Los goles argentinos de Lautaro Martínez y Valentín Carboni en el último cuarto de hora rescataron a Inter de Milan de una derrota a manos de Urawa Red Diamonds. En el partido del grupo E del Mundial de Clubes jugado en Seattle y que antecedió al de River en Los Angeles, los japoneses iban ganando 1 a 0 hasta que Lautaro, con un remate de espaldas al arco, y el zurdo Carboni, con un tiro medido de derecha en tiempo de descuento, dejaron a los italianos bien acomodados para ir en busca de la clasificación el próximo miércoles ante River. Urawa sufrió su segunda derrota en la Copa y quedó eliminado.
En todo caso, la caída de los nipones sanciona su decisión de meterse demasiado atrás demasiado pronto. A los once minutos del primer tiempo, Takuro Kaneko avanzó por la derecha, le tiró un caño al lateral brasileño Carlos Augusto y cruzó una pelota al área que Ryoma Watanabe empalmó de derecha y mandó a la red luego de pegar en Mateo Darmian.
De ahí en más, Urawa se hizo fuerte en los últimos veinticinco metros del terreno defendiéndose hasta con seis hombres en el fondo. A los 19 minutos, Lautaro Martínez estrelló un cabezazo en el travesaño. Pero a Inter se le hizo muy arduo perforar la pared que levantaron los japoneses. Faltó claridad y limpieza para maniobrar en los últimos y superpoblados metros. El partido entonces ofreció la imagen reiterada de un equipo que quería entrar (Inter) y otro (Urawa) que no quería salir.
Hasta que a falta de doce minutos, Barella ejecutó un corner desde la izquierda que cayó a espaldas de Lautaro. Pero esto no representó un problema para el delantero de la Selección Argentina que igualmente giró, le dio de derecha y anotó el empate que Carboni (que había entrado por el albanés Asllani) transformó en victoria agónica en el tiempo adicional.
Inter tiene un problema serio: hay seis lesionados en su plantel (Calhanoglu, Thuram, Dumfries, Frattesi, Bisseck y Zielinski) y tres titulares (Acerbi, Bastoni y Pavard) fueron preservados por agotamiento. O sea, está encarando el Mundial con lo poco que le va quedando. Le costó muchísimo ganar y todavía no tiene resuelto el pase a octavos: se lo va a jugar el miércoles próximo ante River en Seattle. Pero da la impresión de que así como viene, no le sobran recursos como para llegar demasiado lejos.