Pese a que no hubo ningún avance concreto en la reunión que tuvieron esta semana con Sebastián Pareja, el negociador principal del PRO y titular del partido amarillo bonaerense, Cristian Ritondo, buscó mostrarse confiado en que habrá un buen final para las tratativas. “Estamos jugados en que haya un acuerdo entre el PRO y La Libertad
Avanza, es lo que nos pide la gente y es una necesidad para derrotar al
populismo en la provincia de Buenos Aires”, afirmó el dirigente, quien tiene que hacer un dificil equilibrio entre las exigencias de Karina Milei y las demandas de los intendentes del PRO.
Con el cierre de alianzas a la vuelta de la esquina, el PRO vivió una semana agitada. Primero, hubo una reunión de Ritondo con los intendentes donde le ratificaron lo que él ya venía conversando en charlas individuales: no ven voluntad de los dirigentes locales de LLA de llegar a un acuerdo. Piden demasiado, quieren manejar ellos las listas de concejales, mientras que mantienen en los Concejos Deliberantes donde tienen alguna representación una actitud manifiestamente opositora, votando en contra de los proyectos del oficialismo local. En ese escenario, solo 4 de los 13 intendentes que tiene el PRO se mostraron en condiciones de llegar a un acuerdo.
Luego vino la reunión en las oficinas de Diego Santilli con el lugarteniente de Karina Milei. En el encuentro con Pareja, Ritondo buscó preservar, sobre todo, la potestad de los intendentes de resolver las listas de sus distritos. Si bien Pareja se muestra conciliador, la realidad es que del encuentro no salieron con un acuerdo cerrado. Pareja salió a hablar y fueron todas buenas intenciones. Los negociadores PRO también manifestaron sus buenas intenciones.
El problema es que el tiempo de manifestar buenas intenciones ya pasó: es lo que ya había ocurrido en los primeros encuentros que tuvieron con Karina Milei. Ahora es el momento en el que, dentro de las negociaciones electorales, se suelen concretar los acuerdos, delinear criterios de reparto de lugares y finalmente concretar las listas con nombres y apellidos. Nada de eso está pasando.
Pero, ante la ansiedad de muchos dirigentes que quiere reeditar los viejos acuerdos con la UCR, Ritondo salió a calmar las aguas: “Estamos avanzando y es normal que cuando se discuten lugares (en las listas), lleva tiempo y hay tensiones, pero confío plenamente en que tengamos la capacidad de comprender lo que la gente espera de nosotros y lo que tenemos que hacer para cumplir con eso”, aseguró.
Ritondo explicó la complejidad para llegar a un acuerdo definitivo en lo extenso de una provincia que “tiene 135 distritos y ocho secciones electorales” y remarcó (una vez más) que el PRO tiene “trece intendentes importantes, con liderazgo y buena gestión”. Ritondo consideró que “hay que mirar los candidatos que tiene cada uno y ver quién está mejor. Ese es el trabajo que estamos haciendo. Habrá algún enojo, pero vamos a terminar juntos”.
Ritondo eludió preguntas sobre qué opina Mauricio Macri de la forma en la que se está llevando adelante el acuerdo: “Está al tanto, pero por ser presidente del partido en la Provincia, es una responsabilidad que tengo yo”.
Macri mientras tanto se mantiene prescindente de las negociaciones, con una mirada muy pesimista de cómo van a terminar. En su reciente viaje a Corrientes, donde se reunión con el gobernador Gustavo Valdés, el expresidente dijo que está a la expectativa de cómo terminan las tratativas. Fue una forma de marcar que él no se mete (ni se hace responsable si los resultados son magros).
Luego de algunos gestos que tuvieron con su círculo -en particular, el corte de rostro de Milei al jefe de Gobierno, Jorge Macri- el expresidente no termina de ver que el futuro sea con los hermanos gobernantes. Quizás por eso retomó relaciones con quien fuera uno de sus principales operadores políticos: Emilio Monzó. Su relación se vio severamente dañada cuando Monzó fue enviado al ostracismo político por el ahora retirado Marcos Peña. Monzó sueña con rearmar algo más parecido a Juntos por el Cambio, con elementos de centroderecha. De eso conversó con Macri, quien por ahora mantiene un enigma sobre su futuro.
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