Christian von Wernich, el excapellán de la policía bonaerense condenado a prisión perpetua por secuestros, tormentos y asesinatos cometidos durante la última dictadura, le avisó a la justicia que no tiene intenciones de salir de la cárcel. Desistió de un pedido que había hecho para ir a visitar a su hermano a Corrientes ante la posibilidad de que el tribunal que lo juzgó y condenó ordene su traslado a una prisión común, lejos de las comodidades de la Unidad 34 de Campo de Mayo.
Von Wernich está preso desde el 25 de septiembre de 2003. En pocos meses, cumplirá 22 años de reclusión, lo que le daría la posibilidad de acceder a algunos beneficios. Todo indica que von Wernich está bastante cómodo en Campo de Mayo, donde es parte del grupo de represores conocidos como los “Muertos Vivos”.
El 30 de abril pasado, la defensa de von Wernich le solicitó al Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata que lo incorporara al régimen de salidas transitorias. Quería que le diera 72 horas por mes para ir a Mercedes, Corrientes, a visitar a su hermano. Von Wernich solicitó salir “bajo palabra de honor” para que no tuviera que ir un familiar a buscarlo y llevarlo. Quería hacer el trayecto en colectivo desde Campo de Mayo.
El 5 de mayo pasado, la jueza Gabriela López Iñíguez –que subroga en el TOF1 de La Plata– tomó nota del pedido de von Wernich y dispuso verificar si no podía ser trasladado a un penal de Corrientes para que estuviera cerca de su familia. Von Wernich entró en pánico rápidamente. “Es una decisión caritativa y humana el que lo hayan pensado, pero tienen que tener en cuenta que a mi edad y como ‘adulto mayor’ tengo que evitar (los) riesgos psíquicos que ello provocaría. Sería una ‘pena de muerte decretada’”, escribió el (todavía) cura.
De todas formas, el Servicio Penitenciario Federal (SPF) siguió adelante con los análisis que le había encomendado la jueza López Iñíguez para determinar si von Wernich podía ser incorporado al régimen de salidas transitorias. Sin embargo, el ánimo del sacerdote represor evidentemente se fue volviendo más lúgubre.
El 28 de mayo, tuvo una entrevista con funcionarios del SPF en la que avisó que ya no quería salir de la cárcel ante el temor de que lo sacaran de Campo de Mayo. “El mismo en este acto manifiesta que desiste de la solicitud de salidas transitorias por la posibilidad de traslado y las consecuencias psíquicas y de salud por la mudanza inhumana presentada”, dice la nota que está mitad escrita en computadora y mitad a mano.
El SPF, que depende de Patricia Bullrich, recién esta semana comunicó la decisión al TOF1 de La Plata. No es la primera vez que von Wernich hace un intento de salir de la cárcel y retrocede. Ya había pasado en 2023, cuando solicitó que le otorgaran la libertad condicional.
En ese momento, von Wernich pretendía ir a vivir al Hogar Sacerdotal Mariano Espinosa, de la calle Condarco al 500. La solicitud del represor, revelada por Página/12, causó conmoción. En la Iglesia no quisieron recibirlo, tal como publicó este diario. La explicación fue que él no pertenecía a la Arquidiócesis de Buenos Aires, por lo cual no podría mudarse al retiro del barrio de Flores. Ante la comprobación de que no sería bienvenido, von Wernich retiró el pedido.
Von Wernich fue condenado a prisión perpetua en 2007 en el segundo juicio por crímenes de lesa humanidad que se sustanció en la ciudad de La Plata. Lo responsabilizaron por 35 casos de secuestros y tormentos y por el asesinato de siete secuestrados. En el Juicio a las Juntas, von Wernich declaró como testigo y dijo que les había hecho recomendaciones para su salida del país, como escuchar los discos de Carlos Gardel. Nunca pudieron tomarlas porque los mataron. Y, según testificó un policía, von Wernich estaba presente. Después dio consuelo cristiano a los asesinos.