Desde este viernes 1° de agosto, las tarifas de luz en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) vuelven a subir. El aumento es del 2% y alcanza a los usuarios de EDENOR y EDESUR, según estableció el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en las resoluciones 568 y 569 publicadas en el Boletín Oficial.
La suba, en línea con la inflación de julio y las previsiones para agosto, forma parte del proceso de actualización tarifaria que viene aplicando el Gobierno desde principios de año. Aunque el porcentaje pueda parecer moderado, para los hogares que ya venían ajustando consumos, el incremento mensual suma presión a un contexto económico en el que cada peso cuenta.
Subas en cadena: luz, gas y transporte
El ajuste en la electricidad no viene solo. El ENRE también autorizó aumentos en el servicio de transporte de energía eléctrica, con subas que van del 1,64% al 11,15%, de acuerdo a las resoluciones 549 a 567. En paralelo, el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) aplicó nuevos cuadros tarifarios para las empresas Transportadora Gas del Sur y Transportadora de Gas del Norte, con vigencia desde el mismo 1° de agosto.
En los hechos, la actualización de tarifas ya es una constante. El objetivo oficial es reducir subsidios y ordenar las cuentas públicas, pero las consecuencias recaen directamente sobre los usuarios, que deben reorganizar sus gastos en función de boletas cada vez más elevadas.
Un bolsillo cada vez más tensionado
Mientras las cifras macroeconómicas se ajustan, los hogares hacen lo propio. La mayoría de las familias del AMBA ya vieron cómo en el último año los servicios básicos comenzaron a ocupar un porcentaje cada vez mayor de los ingresos mensuales. Luz, gas, agua y transporte: todos aumentaron por encima de los salarios.
El nuevo cuadro tarifario llega en pleno invierno, cuando el consumo eléctrico suele crecer. Y aunque el aumento de agosto no sea el más alto, se suma a una escalada constante que sigue tensando el bolsillo sin fecha clara de alivio.
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Fuente: Pagina12