Dieron de alta médica a una de las niñas que viajaba en el velero que fue embestido el lunes pasado por una barcaza frente a la Hibiscus Island, en la costa estadounidense de Miami. La joven, identificada como Calena Gruber, de 7 años, había sido internada producto de haber sufrido lesiones de gravedad. Otra de las víctimas, Arielle Buchman, de 13 años de edad, continúa hospitalizada en condición crítica en el Jackson Memorial Hospital. Por el momento, son tres las víctimas fatales del accidente.
La muerte más reciente confirmada fue la de Ari Buchman, una niña de 11 años cuya familia es oriunda de la provincia de Mendoza. Se encontraba internada en estado crítico. En tanto, la segunda víctima fatal del accidente confirmada desde el lunes es Erin Ko, una niña chilena de 13 años, hija de padres de origen coreano, que se había mudado a la ciudad estadounidense junto a su familia en diciembre del año pasado. En tanto, el primer caso chequeado, y tal vez el más resonante, fue el de Mila Yankelevich, la hija de 7 años de Tomás Yankelevich y Sofía Reca, y nieta de Gustavo Yankelevich y Cris Morena.
En la pequeña embarcación viajaban además una niña de 12 y una instructora de 19 años, que no requirieron hospitalización.
El accidente ocurrió durante el mediodía del lunes28 de julio, cuando una barcaza embistió en la Bahía de Biscayne a un velero que transportaba a una coordinadora y cinco nenas que participaban de la colonia de vacaciones de la Miami Youth Sailing Foundation, una organización local dedicada a la enseñanza de navegación para chicos.
La investigación
La Guardia Costera estadounidense confirmó que todas las niñas y la coordinadora tenían chalecos salvavidas cuando ocurrió el accidente, según difundió WSVN. Con la intención de establecer si el incidente pudo haberse evitado, los operadores del remolcador, la barcaza y el velero fueron sometidos a pruebas de alcohol y drogas. No obstante, las pruebas arrojaron un resultado negativo, según confirmaron las autoridades este mismo viernes.
Los primeros informes de peritos que trabajan con la Guardia Costera indicaron, además, que el velero en el que estaban las víctimas de la trágica colisión tenía permiso de paso frente a la barcaza, uno de los elementos claves para determinar responsabilidades.
Los investigadores trabajan también para conocer cuál era el estado de la marea al momento de la colisión y la velocidad a la que se movía la barcaza, ya que varios testigos aseguran que no había viento, por lo que el velero estaba detenido y con la bandera en alza, algo que debería haber sido advertido desde la nave de mayor tamaño.
En ese sentido, se busca determinar si existía un “punto ciego” o si hubo alguna distracción por parte del capitán del remolcador. También se investiga si el capitán, que brindó declaración en las últimas horas, contaba o no con los permisos correspondientes para realizar trabajos en la zona.
Por otro lado, las pesquisas trabajan para mejorar la calidad del video que captó el incidente, para ver si existió por parte de alguna embarcación una maniobra imprudente.
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Fuente: Pagina12