La estrategia de inversión a largo plazo de Warren Buffett le permite a su compañía obtener más de u$s138 por segundo con una cartera apoyada en marcas sólidas y ventajas competitivas duraderas.

En un mundo financiero dominado por algoritmos, volatilidad y apuestas especulativas, Berkshire Hathaway, el conglomerado que fue dirigido por Warren Buffett, continúa demostrando que la paciencia y la calidad son pilares que siguen dando resultados. En 2025, la compañía acumula u$s 4.370 millones en ingresos anuales por dividendos, lo que equivale a u$s138,63 por segundo, sin haber vendido una sola acción.
Dividendos como motor de ingresos
Los ingresos pasivos de Berkshire fluyen de forma constante gracias a una cuidadosa selección de empresas de alta calidad que pagan dividendos, muchas de las cuales forman parte del portafolio desde hace años o incluso décadas. Entre ellas se destacan nombres como Chevron, Bank of America, Apple y Coca-Cola, que en conjunto generan más de la mitad de los ingresos por dividendos del holding.
Estas compañías se caracterizan por sus marcas sólidas, ingresos recurrentes y poder de fijación de precios, elementos centrales del concepto de “foso económico” al que Buffett suele aludir: una ventaja competitiva duradera que protege a la empresa frente a la competencia.
Lejos de perseguir inversiones de corto plazo o rendimientos inmediatos, el enfoque de Berkshire se apoya en la asignación estratégica de capital y la reinversión inteligente. Los dividendos recibidos fortalecen su posición financiera y le dan flexibilidad: pueden destinarse a nuevas inversiones, recompras de acciones, pago de deudas o ser retenidos como reservas de liquidez, todo sin diluir la participación accionaria en las compañías subyacentes.
En paralelo, Berkshire mantiene una exposición del 56% de su cartera de u$s258.000 millones a empresas con presencia en inteligencia artificial, como Apple y Amazon, que integran esta tecnología a gran escala en sus operaciones.
El efecto del interés compuesto
El caso de Coca-Cola sigue siendo uno de los emblemas de la estrategia Buffett. Solo por su participación en la multinacional de bebidas, Berkshire percibe más de u$s2,2 millones diarios en dividendos. No sorprende, entonces, que el 98% de la fortuna personal de Buffett —calculada en u$s160.000 millones— se haya generado después de los 65 años, lo que resalta el poder del interés compuesto y la inversión sostenida en el tiempo.
Una venta puntual en medio de la constancia
Pese a esta visión de largo plazo, Berkshire también realiza movimientos tácticos. Esta semana se conoció que vendió un tercio de su participación en VeriSign Inc., empresa en la que invertía desde 2012. La operación incluyó 4,3 millones de acciones a u$s285 cada una, generando aproximadamente u$s1.230 millones y reduciendo su tenencia del 14,2% al 9,6%.
La venta fue una excepción en una estrategia basada en la constancia y la acumulación de valor más que en la rotación. En tiempos de incertidumbre y apetito por lo inmediato, el caso Berkshire Hathaway sigue siendo un faro del capitalismo paciente y disciplinado
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Ambito