El gobierno nacional continúa ajustando a los jubilados y, cada miércoles, la Policía se encarga de recordarles que no se puede protestar, que rige el protocolo antipiquetes de la ministra Patricia Bullrich y que en la Ciudad se aplica a rajatabla. Bajo ese mandato, la Policía porteña volvió a reprimir la movilización de los jubilados en la puerta del Congreso, esta vez con nuevo reclamo: recorte en la entrega de medicamentos gratuitos por parte de PAMI.
La movilización estuvo encabezada por el Plenario de Trabajadores Jubilados y la agrupación Jubilados Insurgentes, con el acompañamiento de militantes y dirigentes del Frente de Izquierda. La protesta fue desde la sede central del PAMI hacia el Congreso, como cada miércoles, rodeada siempre del operativo policial que coordina el ministro de Seguridad de Jorge Macri, Waldo Wolff.
“Es una crueldad terrible, no les importa la vida de nuestros jubilados. La crueldad se ha transformado en política, en política económica y en degradación humana que es lo que expresa este gobierno”, denunció el diputado nacional del FIT, Alejandro Vilca, quien acompañó a los jubilados en la movilización y convocó a la unidad para hacer frente a un gobierno que “le niega los aumentos a los jubilados y los hostiga con represión permanente por parte de la Policía”.
Esta semana, el Gobierno dio otro paso más en el ajuste hacia los jubilados, cuando el PAMI anunció que el beneficio de acceso a los medicamentos gratuitos será restringido a los jubilados y pensionados que tengan ingresos netos menores a 1,5 haberes previsionales mínimos. Es decir, aquellos que ganen menos de 388.500 pesos, quienes además deberán realizar un trámite de inscripción con el objetivo de solicitar el “subsidio social”.
Según un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) junto Algec y el Ceppema, desde que Javier Milei ganó el ballotage y anticipó una desregulación total sumada a una brutal devaluación, en noviembre de 2023, los medicamentos que las personas mayores utilizan habitualmente alcanzaron en promedio una inflación acumulada del 210,7 por ciento, por arriba de la ya elevada inflación de ese mismo período, del 201,5 por ciento, detalla el informe especializado.
“Para blanquear capitales los narcos pueden ingresarlos sin ningún trámite, derecho viejo, los jubilados que cobran alrededor de 400mil tienen que hacer una serie de tramites imposibles para tener una cobertura del 100 por ciento de la medicación”, denunció este medidodía Liliana Kunis, integrante del Plenario de Trabajadores Jubilados frente a la sede central del PAMI; rodeada por el cordón policial de la Policía de la Ciudad.
“Cómo no me voy a llegar a movilizar con este genocidio que están haciendo contra los jubilados. Primero nos matan de hambre, ahora nos matan quitando los medicamentos. Creo que la sociedad tiene que salir a la calle”, denunció Gloria, una docente jubilada con 38 años de aportes, en diálogo con C5N.
Las represiones coordinadas entre Bullrich y Wolff son sistemáticas desde que la alianza entre La Libertad Avanza, el PRO y la UCR sellaron el veto presidencial contral el aumento a los jubilados, en septiembre pasado. A principios de noviembre, en una de las represiones de la Policía de la Ciudad, el docente jubilado Gerardo Mirkin sufrió una descompensación y tuvo que ser trasladado al Hospital Argerich.
“Sistemáticamente los reprimen de una forma salvaje y con saña, hay como una especia de regocijo”, había denunciando entonces el secretario general del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras (CEFyL) de la UBA, Luca Bonfante, quien también acompaña la lucha de los jubilados en las calles custodiadas por Bullrich y Wolff.
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