El conflicto suscitado entre la Argentina y Venezuela por la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo cuando ingresaba al país caribeño crece en cuanto a las flamlígeras declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el presidente Javier Milei, y las que llegan desde Caracas. En el mientras tanto, comenzó una negociación por fuera de los canales tradicionales con la participación del gobierno de Brasil para encontrar una salida negociada a este conflicto.
Milei, fiel a su estilo donde no existe la posibilidad de diálogo y/o negociación con otro gobierno gritó: “Exigimos la liberación inmediata de Gallo detenido por las fuerzas de seguridad a cargo del dictador criminal Nicolás Maduro por el único delito se visitar a su pareja e hijo”, lo dijo durante el acto de entrega de sables y medallas en el Colegio Militar.
Sin embargo, no elevó más el tono bélico de su discurso y afirmó que “agotará todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina”. Una declaración que parece ir en línea con la novedad que trascendió durante la tarde del martes. Esa novedad da cuenta de una negociación, por fuera de los canales tradicionales, entre el canciller brasileño, Mauro Vieira y sus pares argentinos y venezolanos. La intención es encontrar un camino que les permita a ambos países resolver este entredicho sin que escale el conflicto.
Por ahora no está claro cuál puede ser el camino a elegir, pero la participación de Brasil puede permitir que la tensión entre ambos países baje. De hecho, la Cancillería, que conduce Gerardo Werthein, hizo saber que se activó la búsqueda de mediadores entre Colombia, Francia y, sobre todo, Brasil, para replicar lo que ocurre con los asilados en la embajada argentina en Caracas, quienes se encuentran bajo la tutela del presidente de Brasil, “Lula” da Silva.
Alejada de esa negociación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que Gallo “va a volver a casa” y que para cumplir ese objetivo se tomarán las medidas “que tengan que tomar”. Durante una entrevista radial, Bullrich dijo que Gallo es un gendarme que fue secuestrado por un “presidente ilegal”, en referencia a Nicolás Maduro. La ministra subrayó que, aunque Gallo es gendarme, “fue como ciudadano a visitar a su familia”.
También criticó al ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, al sostener que dijo “mentiras totales y absolutas” sobre Gallo, quien, según ella, había compartido fotos de Catamarca y Chile en sus redes sociales. La ministra también mencionó, sin presentar una prueba al respecto, que en Venezuela hay varios rehenes que son utilizados “como moneda de cambio”. Una definición que suena más a fake news de las que abundan en Twitter y no de una funcionaria de gobierno.
Por último, casi como una ministra de Guerra, Bullrich señaló que “Argentina no se va a quedar callada porque es un acto casi de guerra”. En tanto, el vocero presidencial Manuel Adorni, recomendó no viajar a Venezuela.
Por su parte, desde Caracas, Cabello había confirmado la detención de Gallo, al alegar que el gendarme estaba en Venezuela para “cumplir una misión” y consideró que eso le “ha dolido” a la gestión de Milei.