El secretario de Estado, Marco Rubio, endureció la política migratoria contra jóvenes extranjeros en apenas siete meses, en sintonía con la línea dura de Trump.

El gobierno de Estados Unidos informó que desde que Marco Rubio asumió como secretario de Estado revocaron 6.000 visas de estudiantes. La medida, aplicada en los últimos siete meses, responde a la estrategia de la administración de Donald Trump de reforzar los controles migratorios y complacer a las bases más conservadoras.
Rubio se mostró orgulloso de esta política, que se apoya en una ley que otorga al Departamento de Estado la potestad de rescindir visas en casos que considere contrarios a los intereses de la política exterior. En paralelo, la Casa Blanca impulsó una agenda de deportaciones masivas de quienes permanecen en el país de manera ilegal.
Un funcionario del Departamento de Estado explicó que “el Departamento de Estado revocó unas 6.000 visas de estudiantes por exceder su estadía en el país y violaciones a las normas, la gran mayoría de ellas relacionadas con agresiones, conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, robos y apoyar el terrorismo”. Según precisó, cerca de 4.000 de esos casos se debieron a violaciones a la ley.
Estudiantes chinos y activistas en la mira
Aunque la dependencia no brindó datos desagregados por nacionalidad, Rubio prometió concentrarse en estudiantes provenientes de China. En marzo, aseguró ante la prensa que revocaba visas todos los días y sobre los estudiantes activistas dijo: “Cada vez que me encuentro con estos lunáticos les retiro sus visas”.
El secretario de Estado señaló particularmente a quienes protestaron contra Israel, acusándolos de antisemitismo, algo que los propios estudiantes rechazaron.
Casos que desafiaron a la administración
La política no estuvo exenta de tropiezos. Entre los casos más resonantes figura el de Mahmoud Khalil, residente permanente en EEUU que lideró una protesta pro palestina en la Universidad de Columbia. Khalil fue liberado en junio por orden de un juez y luego demandó a la administración Trump al sostener que intentaron “aterrorizarlo”.
Otro episodio que generó controversia fue el de Rumeysa Ozturk, una estudiante turca de posgrado en la Universidad de Tufts, detenida en mayo tras haber publicado un artículo crítico hacia Israel en el periódico de la institución. Agentes encapuchados vestidos de civil la arrestaron en Massachusetts, pero un juez dispuso su liberación mientras continúa el proceso judicial.
Pese a estas decisiones judiciales, Rubio insiste en que el gobierno tiene la facultad de emitir o anular visas sin revisión judicial. Además, defendió que los ciudadanos extranjeros “no gozan del derecho constitucional de la libre expresión en Estados Unidos”.
Fuente: Ambito