La alimentación es uno de los factores que más se deben de cuidar para una buena salud cuando se alcance la vejez.
Un estudio conjunto entre la Universidad de Nueva York y la Universidad de Columbia reveló estrategias nutricionales para proteger la salud cerebral. La investigación demostró que las mujeres que adoptan hábitos alimenticios saludables entre los 40 y 60 años reducen significativamente el riesgo de desarrollar problemas cognitivos en la vejez.
Los resultados se publicaron en la revista científica Alzheimer’s & Dementia tras tres décadas de seguimiento médico. El trabajo analizó datos de 5.116 mujeres participantes del Estudio de Salud de la Mujer. Los científicos evaluaron cómo la alimentación en la mediana edad influye en la función cognitiva durante la tercera edad.
Los alimentos a evitar para prevenir la pérdida de memoria
La investigación identificó componentes dietéticos que afectan negativamente la salud cerebral. El consumo excesivo de grasas saturadas, sodio y azúcares refinados se asoció con mayor riesgo de deterioro cognitivo. Estos elementos promueven procesos inflamatorios y vasculares que dañan las neuronas con el tiempo.
Los hábitos alimenticios inadecuados en la mediana edad aumentan la probabilidad de desarrollar hipertensión. Este factor se relacionó directamente con problemas de memoria y demencia en etapas posteriores de la vida. Las participantes que mantuvieron dietas altas en estos componentes mostraron mayor incidencia de dificultades cognitivas después de los 70 años.
El estudio evaluó la capacidad de recordar eventos recientes, seguir instrucciones orales y participar en conversaciones grupales. Las mujeres con dietas menos saludables presentaron más dificultades en estas áreas básicas de la función cognitiva. La orientación espacial en entornos familiares también se vio afectada en aquellos casos con peores hábitos alimenticios.
La dieta a seguir que ayuda en la prevención del Alzheimer
Una alimentación rica en vegetales con alto contenido de potasio, calcio y magnesio demostró efectos protectores. Las participantes que priorizaron estos nutrientes mostraron un 17% menos de probabilidad de experimentar deterioro cognitivo en la vejez. Los vegetales de hoja verde, frutos secos y legumbres formaron parte central de las dietas más beneficiosas.
El investigador Yu Chen enfatizó la importancia de mantener una dieta equilibrada a partir de los 40 años. Los resultados indicaron que las mujeres con patrones alimenticios saludables conservaron mejor sus facultades mentales durante la tercera edad. El estudio sugirió que estos beneficios podrían extenderse a otros grupos poblacionales, aunque se requieren más investigaciones.
Los científicos recomendaron reducir el consumo de alimentos procesados y aumentar la ingesta de nutrientes esenciales. Una dieta basada en alimentos frescos y mínimamente procesados proporcionó la mejor protección contra el deterioro cognitivo. El seguimiento de 30 años confirmó que los hábitos alimenticios en la mediana edad tienen un impacto duradero en la salud cerebral.
Fuente: Ambito