Patricia Bullrich, primero. Luis “Toto” Caputo, después. Federico Sturzenneger, que ya estaba peleado. Diego Kravetz, directo del Gobierno porteño. Luis Juez, que ya tenía internas. Y ahora Diego Valenzuela, que hace tiempo se referenciaba con Bullrich. Si se hace la cuenta, la lista de dirigentes que Javier Milei le viene birlando a Mauricio Macri se va ensanchando. Y el expresidente intenta evitar más fugas luego de que esta semana el comunicado de PRO criticando al Gobierno demostró que tiene una importante cantidad de dirigentes que están dispuestos a cuestionar su liderazgo si no avanza en un acuerdo de supervivencia con La Libertad Avanza.
La relación entre Macri y Milei nunca fue fácil. No fueron aliados en 2023 hasta que Bullrich cayó en la primera vuelta. Luego, sin consultar al resto de su alianza política, Macri y Bullrich se apresuraron a darle su apoyo a Milei. Tras la victoria, Macri imaginaba que iba a colonizar el gabinete con gente propia, habida cuenta de la ausencia de cuadros que mostraba la novel fuerza política de Milei. No podía estar más equivocado.
Desde ese momento en adelante, lo que se empezó a ver fue la cooptación de a uno de dirigentes de lo que alguna vez fue Juntos por el Cambio y, más específicamente del PRO. Comenzó con Bullrich, que negoció en paralelo a Macri para conseguir lugares en el gabinete para ella y para su excompañero de fórmula, Luis Petri. Se quedaron con los ministerios que Milei supuestamente le había prometido a Victoria Villarruel, de la que ya desconfiaba a fines de 2023.
Bullrich y Petri marcaron una metodología que se mantiene hasta hoy: si Milei puede llevarse a algún dirigente de Macri sin tener que negociar con el expresidente, lo hace sin dudarlo. Jugó la misma carga con los cuadros económicos: se trajo a su gabinete primero a Caputo como ministro de Economía y luego a Sturzenegger como ministro de Desregulación. En el caso del último fue sencillo: su salida del gobierno de Macri no fue en los mejores términos, lo cual se sigue demostrando en cada oportunidad que tiene el funcionario de comparar ambas gestiones: siempre subraya lo tibio que fue Macri.
Pero eso fue solo la primera oleada. Bullrich siguió tratando de llevarse dirigentes para una fusión con La Libertad Avanza, rompió el bloque de Diputados y Senadores bonaerenses cuando Macri avanzó sobre la conducción del partido provincial. Hoy esas bancas ya están aliadas a La Libertad Avanza. Mucho más en las sombras que la ministra, quien siguió trabajando obsesivamente en esa tarea fue Santiago Caputo.
Y el asesor de Milei consiguió dar una estocada hace poco, cuando operó sobre una interna que existía en el Gobierno porteño y se llevó a Diego Kravetz. El ex secretario de Seguridad estaba enemistado con el ministro del área, Waldo Wolff, y recibió la oferta de irse a la SIDE con buenos ojos. Así fue como, con un solo movimiento, Santiago Caputo detonó esa interna y hasta forzó cambios posteriores en el gabinete de Jorge Macri.
La decisión de ir llevándose dirigentes de a uno también se trasladó a los gobernadores. En la fallida negociación por el Presupuesto 2025, Milei vetó cualquier reclamo en bloque (como lo que hicieron los gobernadores de Juntos) y, en cambio, favoreció las negociaciones uno a uno. Todavía no logró convertir a ningún gobernador de Macri, pero está claro que se manejan con autonomía del expresidente. También está claro que en La Libertad Avanza ganas no falta.
En el Senado, el caso Kueider terminó de detonar otra interna. El bloque del PRO votó dividido: los senadores que responden al expresidente acompañaron la postura oficial de suspender al senador a la espera de novedades judiciales. En cambio, el jefe del bloque, Luis Juez, promovió su expulsión, a la que se terminó sumando La Libertad Avanza. Macri criticó abiertamente esta decisión, dijo que se habían cargado el debido proceso. Juez le contestó con igual virulencia. Hace tiempo, en realidad, que Juez y Macri no se entendían. El senador se manejaba con autonomía y Macri miraba con recelo los coqueteos de Juez con Milei. No se equivocaba: Juez anunció hace días que renunciará a la jefatura del bloque PRO y, en el mismo reportaje, dijo que le gustaría ser el candidato a gobernador en Córdoba de Milei. Cartón lleno.
Y la salida de Valenzuela, un intendente que hace rato se referencia con Bullrich, era cuestión de tiempo. Pero el momento no parece casual: la nueva estocada llega cuando el liderazgo de Macri fue cuestionado por una larga lista de dirigentes que no concordaron con el tono del último comunicado, que tildó al gobierno de “autoritario” por no presentar el Presupuesto 2025 en extraordinarias. Macri se vio forzado a pedir disculpas y a asegurar que no estaba al tanto del contenido exacto del comunicado. Un golpe a su liderazgo, que la salida quirúrgica del intendente de Tres de Febrero viene a reforzar.
Entre la lista de los que cuestionaron esa misiva están Cristian Ritondo, Diego Santilli; el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro; la diputada Silvana Giudici, y los dos gobernadores del PRO. Es una lista que sin dudas está mirando el asesor Santiago Caputo para buscar sus siguientes dirigentes para quitarle a Macri, y dejarlo cada vez más solo.