La importancia del DEA y la RCP para salvar vidas



En Argentina se producen 40.000 muertes súbitas al año, según datos de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Argentina de Cardiología (FAC). Diferentes organismos de salud impulsan la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, que se conmemora entre el 21 y el 28 de agosto con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de conocer las maniobras iniciales adecuadas para tratar estos casos. Principalmente, a través de reanimación cardiopulmonar (RCP) o utilizando un Desfibrilador Externo Automático (DEA).

La muerte súbita es la pérdida inesperada de la función cardíaca, respiratoria y cerebral, que ocurre repentinamente en una persona aparentemente sana. Desde que comienza el cuadro, hasta que se desencadena, transcurre alrededor de una hora y de no tratarse rápidamente puede llevar al fallecimiento del paciente. Los especialistas indican que por cada minuto que transcurre se pierde un 10% de probabilidad de sobrevivir.

“El 70 % de las muertes súbitas ocurren fuera del ámbito hospitalario. Desafortunadamente, es más común de lo que la gente cree y deberíamos estar todos preparados para asistir a un paciente, tanto con maniobras de RCP como con el uso de una herramienta fundamental como es el DEA”, destaca Marcelo Filiberti, Secretario de la Red Nacional de RCP y Prevención de Muerte Súbita de FAC.

El RCP es un procedimiento de emergencia vital que se realiza cuando una persona ha dejado de respirar o su corazón ha dejado de latir. Es una combinación de compresiones torácicas y respiración boca a boca para mantener la circulación de sangre oxigenada hasta que se pueda restablecer la respiración y los latidos cardíacos. Por su parte, el DEA es un dispositivo médico que analiza el ritmo cardíaco y, si es necesario, administra una descarga eléctrica para intentar restablecer un latido normal. Los DEA son fáciles de usar y están diseñados para que cualquier persona, sin ningún tipo de formación médica, pueda aplicarlo en situaciones de emergencia.

Para los especialistas, implementar ambas medidas puede ser vital dado que la combinación de RCP inmediata y desfibrilación temprana puede elevar las tasas de recuperación hasta un 70%. En el caso del DEA, tanto entidades de salud como estatales promueven tener al menos una unidad de este dispositivo en lugares concurridos.

“Según SAC y FAC, en Argentina hay un caso de muerte súbita cada 1000 habitantes, por lo que contar con un DEA en espacios donde se suele acumular un número grande de personas, como oficinas, clubes, establecimientos educativos, deportivos y culturales, puede ser determinante. Al mismo tiempo, su eficacia depende de actuar en una ventana crítica de 10 minutos, por lo que los dispositivos deben estar en un lugar accesible”, afirma Javier Fernández Cronenbold, cofundador de Jotatec, una empresa argentina que desarrolla y comercializa equipos médicos, entre los que se encuentra un DEA para situaciones de emergencia.

Dentro del marco legal nacional, el Decreto 402/2022 del Ministerio de Salud de la Nación obliga a que en lugares de concurrencia masiva haya al menos un DEA accesible y personal capacitado en RCP. La Ley Nacional 27.159 de promoción y capacitación en RCP y DEA promueve políticas similares. A pesar de esto, los especialistas notan una falta de fiscalización en algunos lugares y confusión normativa entre provincias y municipios.

“En los últimos años han aumentado considerablemente las consultas por parte de diferentes organismos para capacitar a su personal con cursos de RCP y adquirir un DEA. Aún hay un camino que recorrer para concientizar y educar sobre esta temática. Pero creemos que en 10 años tener un DEA en las casas particulares va a ser tan común como tener otros dispositivos de emergencia, como alarmas y matafuegos”, señala Fernández Cronenbold.

¿Qué hacer ante un caso de muerte súbita?

Tanto los organismos internacionales (American Heart Association y European Resuscitation Council) como nacionales coinciden en una secuencia de acciones que pueden ser claves para ayudar a los pacientes a sobrellevar estas situaciones críticas y aumentar sus posibilidades de supervivencia.

1) Chequear pulso o respiración del paciente. En caso de ser anormal, activar el sistema de emergencias (107 o 911).

2) Comenzar con maniobras de RCP sobre el paciente de riesgo. En caso de haber más personas, delegar tareas: mientras uno realiza maniobras de reactivación, otra persona busca el DEA.

3) Una vez conseguido el DEA, aplicará una desfibrilación rápida sobre el paciente. El dispositivo analizará al paciente y dará las instrucciones necesarias en caso de necesitarlo.

4) Repetir los dos pasos anteriores hasta que llegue el equipo de emergencias o que la persona recupere signos de vitalidad.

5) Atención post incidente sobre el paciente.

6) Recuperación del paciente: incluye tratamiento adicional, observación, rehabilitación y apoyo psicológico.

“Lo más importante es hacer todo los esfuerzos posibles y seguir los pasos indicados para estabilizar al paciente y que pueda ser derivado al hospital con el menor riesgo posible. En salud, prevenir es mejor que curar. Concientizar sobre la importancia del RCP y el DEA puede ayudar a salvar vidas”, concluye.


Fuente: Ambito

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