Ariel Fernando García Furfaro –dueño de los dos laboratorios involucrados en la causa del fentanilo contaminado– declaró este viernes durante cuatro horas ante el juez Ernesto Kreplak y la fiscal María Laura Roteta, según contaron fuentes judiciales a Página/12. García Furaro no pidió su libertad –incluso afirmó que para que se investigue bien él debe estar preso–, pero sí alegó que su madre –Nilda Furfaro– y sus hermanos –Diego y Damián García– no tuvieron nada que ver con los hechos por los que fueron imputados. Según supo este diario, el dueño de Laboratorios Ramallo y HLB Pharma afirmó que está “disponible para aportar lo que se necesite para la causa” y dijo que no cree que lo ocurrido haya sido producto de una negligencia, dado que “la bacteria no es habitual en laboratorios. Esto puede ser más oscuro, aunque hay que investigar”. Este viernes también se conoció el dictamen de la fiscalía, que incluyó chats de Whatsapp de miembros de los laboratorios en los que se evidencia su conocimiento sobre irregularidades y deficiencias en el proceso productivo y en el control de calidad.
García Furaro respondió a todas las preguntas del juez y la fiscal, y no pidió por su libertad en ningún momento de la indagatoria: aseguró que estará preso el tiempo que sea necesario, detallaron las fuentes judiciales. Su declaración apuntó a que excarcelaran a su madre, a sus hermanos y a otros trabajadores de los laboratorios imputados, dada la poca incidencia que tenían estas personas, según dijo, en la producción de las drogas. Sostuvo que Diego y Damián García nunca pisaban los laboratorios, sólo cumplían tareas comerciales. También aclaró que él tampoco estaba involucrado en ninguna tarea técnica, pero confía plenamente en sus empleados y técnicos. Luego deslizó la idea de que podía estar ocurriendo algo “oscuro”, pidió una serie de medidas para la investigación y aportó audios sobre presuntas extorsiones que recibió de parte de su exsocio, Andrés Quinteros.
Página/12 accedió al documento con la investigación y las acusaciones de la fiscalía, en el que se detallan los distintos informes técnicos sobre los procesos productivos de los lotes contaminados, la cadena de comercialización y también una serie de chats que revelan el conocimiento de los empleados y directivos sobre las irregularidades y deficiencias en los procesos de producción y control de calidad. Los chats fueron obtenidos luego del secuestro de los celulares en el marco de los allanamientos. Si bien se aclara que aún falta analizar más conversaciones, el documento indica que “existen en las conversaciones registradas en el teléfono de Pons –Wilson Daniel Pons, jefe de Control de Calidad de Laboratorios Ramallo– numerosas menciones de las que se desprende que las personas aquí imputadas falsearon los datos del registro documental de la producción de diversos productos”. El documento incorpora, además, fotos de un chat grupal que muestran las irregularidades en seguridad e higiene.
En un chat del 8 de marzo de 2025, una trabajadora del laboratorio escribió: “Escondieron todos los reactivos vencidos así que no tengo para preparar la fase móvil” y luego añadió: “Usted sabía que dejaron todos los reactivos afuera abajo de la lluvia? Y el sol q estuvo haciendo. Pudo haber explotado eso tranquilamente”. A continuación se ve una foto de dos cajas metálicas abiertas con frascos al aire libre, en un día visiblemente lluvioso. En el documento de la fiscalía advierten que “también en múltiples conversaciones se hace alusión a cortes de luz, explosiones, caída de muros, falta de pintura. En suma, un escenario de absoluta falta de mantenimiento y desidia que nada tiene que ver con las buenas prácticas. Así se encontraba el laboratorio hacia diciembre de 2024”.
Los puntos centrales de los chats
Falseo de datos en documentos. En una conversación del 26 de diciembre de 2024, Carolina Ansaldi –directora técnica de Laboratorios Ramallo que se encuentra detenida– dijo que debían “armar el ‘batch’ del lote 60000 para presentar ante el INAME-ANMAT” porque “no hay bach de eso”. Le contestó un usuario de nombre Diego Chavarri: “todos sabiamos que esa producción se hizo en el aire con respecto a la documentación“. Javier Tchukran –director general de ambos laboratorios– agregó: “ven a lo que voy de hacer cosas dibujadas, después nos pasan estas cosas. por favor no dibujemos más”.
Irregularidades en los registros. En una conversación del 27 de noviembre de 2014, Rocío Garay –supervisora de control de calidad de Laboratorios Ramallo– le dijo a Pons: “me enteré que va el anmat, si van por la dexametasona de ampollas plásticas que reemplazaron por las de ampollas de vidrio estamos al horno porque creo que solo tenemos los enjuagues, faltaría todo lo demás porque ni siquiera están hechos los batch, creo que hay solo uno. Además te recuerdo que eso se registró en cuaderno aparte por las dudas. Es solo para recordarte ese producto que quedó ahí medio sospechoso y que sepas en qué situación está también”.
Conocimiento del estado de abandono del laboratorio. El 1 de mayo de 2025, Tchukran mandó una serie de mensajes a un grupo en donde había al menos 19 trabajadores del laboratorio en los que reconoce el estado de abandono y falta de mantenimiento en la planta. Algunos mensajes que figuran en el documento de la fiscalía son (sic): “gente me llamo recien damian García diciéndome que hay muchas cosas en planta de agua y sueros en la estado despintafo piso no bien arreglado etc”; “por favor verificar bien todos estos sectores para que estén en condiciones”; “otra cosa en depósito me dice que hay techo con chapas sueltas y más de 20 palomas no se si es así pero por favor mañana verificarlo”.
Problemas con el fentanilo. Entre el 16 y el 17 de diciembre de 2015, Julieta Díaz y Pons discutieron porque los “números “ de la concentración del fentanilo no daban bien y por la falta de mantenimiento de los equipos que utilizaban para efectuar los controles de calidad. Díaz escribió: “Hola Wilson, trajeron el fentanilo. Comparando con el producto terminado que teníamos disponible daba 88,9%. 20 minutos después lo trajeron y está en 89,9%”. Pons contestó: “La potencia del fentanilo no se la puedo asegurar porque eso lo analizan en HLB”; en otra ocasión, “respecto al Fentanilo, por lo visto ayer y hoy, hay que enfocarse en hacer bien la curva, controlar bien las pesadas, porque el 99 % estaba bastante bien respecto a lo que le dió a Angy por HPLC, creo 103 %, respecto al resultado del PT fueron muy erráticos y alejados, habría que investigar qué pasó. Hicieron otro PI? Así vemos cómo da con HPLC.” Luego Pons afirmó: “para mí algo está fallando en el espectrofotómetro, pensa que nunca se calibro o se le hizo mantenimiento”. (Los chats son siempre textuales).
Advertencias internas ignoradas. El 19 de mayo de 2014, Pons le escribió a Garay: “La verdad que es lamentable lo de producción, hasta que no pase algo grave, parece que no van a escarmentar”, lo cual para los fiscales implica que “incluso desde mayo del año pasado el personal de la planta conocía y advertía las irregularidades que ocurrían en el marco del sistema productivo del Laboratorio”. En otra conversación del 25 de febrero de 2025, Edgardo Sclafani –gerente de producción de Laboratorios Ramallo– le escribió a Pons: “me llamó Diego y me dijo que la semana que viene hay inspección desde Anmat”, a lo que Pons responde: “Ok. Estamos al horno. Y bueno habrá que pelearla”.
Fuente: Pagina12