Crece la tensión con los bancos por la nueva suba de encajes del BCRA


26 de agosto 2025 – 11:04

Las entidades se ven afectadas por las supertasas y la restricción de la liquidez. El Central los empuja a financiar al Tesoro en la licitación de este miércoles en un intento por contener la presión sobre el dólar.

Mariano Fuchila

“Es una mojada de oreja”. Así sintetizó una fuente de una importante entidad financiera, en diálogo con Ámbito, el malestar que generó en los bancos el nuevo incremento en los encajes. Este anuncio, volvió a elevar la tensión del Gobierno con el sector, en medio de los intentos del equipo económico por contener la fuerte volatilidad del dólar que persiste desde la eliminación de las LEFIs, ahora acrecentada por el ruido político.

A partir de ahora, de cada $100 que ingresen en depósitos, más de $50 deberán inmovilizarse en el Banco Central. De esta forma, el Gobierno refuerza el “crowding out”, un fenómeno que consiste en el desplazamiento del crédito al sector privado hacia el financiamiento al sector público que puede ser por mercado o por regulación. Se trata del fenómeno contrario al “punto Anker” que el Gobierno propiciaba.

La circular oficial, además, introdujo un elemento nuevo: los bancos podrán integrar ese adicional mediante la suscripción de letras y bonos en pesos con plazos superiores a 60 días, en la licitación primaria de deuda que llevará adelante el Tesoro este miércoles. Con este esquema, el Gobierno y el BCRA busca seguir secando la plaza de pesos y extender el plazo de los vencimientos.

Crece la tensión con los bancos

El cambio regulatorio, de último momento – que sorprendió, al haberse dado un lunes y no un jueves en las tradicionales reuniones de Directorio- muestra un intento errático por adelantarse a la licitación de este miércoles y “cercar” las opciones de los bancos. Es decir, empujar a las entidades a suscribir títulos del Tesoro (que de otra forma no hubieran demandado) para no quedarse con más pesos encajados sin remunerar.

Las entidades financieras vienen perdiendo su rentabilidad desde el segundo trimestre -tal como demostraron los últimos balances corporativos-. Tras la nueva suba de encajes, otra fuente del sector le explicó a este medio que hay un creciente malestar en las entidades, especialmente en los equipos de tesorería, que se ven presionados por los altos costos de fondeo y la falta de liquidez que obligaron a recortar la oferta de préstamos, a la espera del devenir político.

En el mercado, tras la difusión de la normativa del Banco Central, circularon en chats y redes de la city algunos mensajes comparándolos con la vieja idea de la llamada “Banca Simons”, en la que los encajes directamente son el 100% y no hay creación secundaria secundaria vía préstamos. Pese a las diferencias evidentes entre ese sistema y el actual, ilustra el fastidio de la city al concretarse la suba de encajes al mayor nivel desde fines de los 80′, cuando llegaron a ubicarse en torno al 90% en medio de la hiperinflación para luego ser reducidos con fuerza durante la convertibilidad. El último pico desde entonces había sido con Mauricio Macri (40%).

El apretón monetario aplicado en las últimas semanas para contener el dólar llevó los encajes al 50%, hasta ahora. Con la medida anunciada este lunes, se incrementarán al 53,5%.

No obstante, el impacto de estas exigencias a los bancos parece ser acotado al observar cómo fue la dinámica del dólar tras la última licitación por fuera del calendario realizada por el Tesoro. El mercado de futuros continúa reflejando presiones y, en la última rueda, el tipo de cambio mayorista escaló a $1.362, con elevado volumen operado y una intervención activa del BCRA. En tanto, la dinámica de tasas de interés sigue mostrando niveles incompatibles con una mejora en la actividad económica. Para tener presente, las Lecaps alcanzaron el 60%, las cauciones el 50% y los títulos CER llegaron a pagar inflación+30%.

Por último, el Banco Central introdujo un gesto a favor de los bancos al reducir en 2 puntos porcentuales los encajes en efectivo, también integrables en la licitación. Según fuentes oficiales, esta decisión responde a los planteos de las entidades en las últimas reuniones que tuvieron para explicar las medidas, en las que los bancos plantearon duras críticas, como reveló Ámbito.

Sobre la expectativa de la nueva licitación, el analista Andrés Reschini le dijo a este medio que el equipo económico logrará un buen porcentaje de refinanciación: “Lo que busca el Tesoro es conseguir rolleo y a la vez reducir el riesgo de que los pesos pasen a engrosar la oferta monetaria en el corto plazo. Por eso solo ofrece dos instrumentos con vencimiento corto (30 de septiembre) y el resto pasado el umbral de 2025. Para que los bancos se vuelquen a la licitación obliga a subir encajes y permite que se hagan a través de letras del Tesoro con vencimiento mayor a 60 días adquiridos en operación primaria. De modo que todo luce orquestado para que se logre el propósito mencionado al principio”.

Los analistas de 1816 señalaron, por último, que es “difícil descartar que no haya nuevas subas de encajes de acá a las elecciones de octubre”. Todo parece demostrar que la política monetaria sigue naufragando en los vaivenes de la política.


Fuente: Ambito

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