El Gobierno de Javier Milei es un fenómeno criminal complejo. Es el resultado de una remake entre los emperadores romanos más crueles y delirantes -Calígula y Nerón por caso-, el nazifascismo clásico y las nuevas corrientes supremacistas blancas.
En ese sentido, en apariciones públicas, el presidente se definió a sí mismo como enviado de Dios (Arón) para interpretar el mensaje de quien calificó como “tartamudo” (Moisés) encarnado, según él, en su hermana Karina. Igualmente, se describió como «blanco y rubio de ojos celestes» [sic] y macho: «No voy a pedir perdón por tener pene» [sic] (1).
Es precisamente esa combinación entre delirios místicos con modelos de exterminio de grandes sectores de la sociedad y los discursos de superioridad estética y racial de las nuevas derechas, la que lo definen como un peligroso emergente del poder actual.
La impunidad
La clave para gozar de impunidad desde altos cargos públicos, como momentáneamente sucede con Milei, es la desactivación de los mecanismos de control. En el diseño democrático de nuestro país, la garantía de esos mecanismos respecto de abusos e incluso delitos cometidos desde el Poder Ejecutivo, se encuentra en el poder judicial y en el congreso de la nación.
Al respecto, entre el 2015 y el 2019, siendo presidente, Mauricio Macri realizó una enorme tarea de desactivación de esos controles. Ello por estar él mismo al frente de una banda criminal. Hoy, Milei comandando un grupo también delictivo, de dimensiones internacionales, profundiza ese desmantelamiento. A su vez, los poderes restantes no atinan a ensayar respuesta efectiva alguna. En el caso del Poder Judicial, debido a la cantidad de magistrados y funcionarios corruptos que están enquistados en el corazón de ese espacio institucional aliados al régimen de Milei. En ese ámbito, los jueces y fiscales decentes, poco o nada tienen para hacer -parecería-, ante el poder de los inmorales.
En lo que se refiere al Legislativo, ambas Cámaras del Congreso están divididas en sectores bien marcados que van desde la complicidad criminal directa con el régimen, hasta una oposición férrea y sostenida pero sin creatividad ni determinación suficiente como para frenar los delitos.
Hay que tener presente que el diputado Martín Menem -Presidente de la Cámara-, es quien sabotea desde el 10 de abril del año pasado los pedidos de juicio político al presidente. Se debe recordar que, minutos antes de la conformación de la Comisión de Juicio Político de ese cuerpo, Menem dio la orden de que no se nombrara a Marcela Pagano en la presidencia de la comisión y nunca más se activó su actividad.
Mientras tanto, Javier Milei acumula pedidos de juicio político y destitución por graves violaciones a la legislación vigente, en especial en materia de derechos humanos, muchas de las cuales configuran serios delitos. La situación de anomia actual es de tal magnitud que el propio presidente de la Cámara, ya citado, Martín Menem, colaboró en su red hace pocos días, con la promoción de la estafa de Milei. Al igual que su superior, una vez consumado el fraude, borró la publicación.
A su vez, en el Senado nacional, la situación no es muy diferente. El grupo cómplice de Javier Milei bloquea cualquier intento de investigar sus crímenes y los senadores que lo integran lo hacen sin remordimiento o vergüenza alguna.
Exponente muy visible de ello fue el caso del senador Eduardo Alejandro Vischi, de la Unión Cívica Radical, quien luego de haber firmado el pedido de creación de una comisión investigadora de la estafa encabezada por Milei, con la criptomoneda $LIBRA, el 20 de febrero votó en contra. Su voto fue el que definió el fracaso de la iniciativa.
La motosierra
Hace pocas horas, en medio de un escándalo mundial por la gigantesca estafa que encabezó con una criptomoneda, Milei viajó a los Estados Unidos. Su primera aparición pública fue abrazando efusivamente a Elon Musk y obsquiándole uno de los atributos más emblemáticos de su actual gestión: una lujosa motosierra. Se trata de una peligrosa herramienta que lo acompaña a Milei como extraño objeto de apego desde la campaña electoral de 2023.
Una vez en el poder y con ese símbolo de destrucción a su lado, Milei frenó la entrega de medicamentos oncólogicos a niños con cáncer. Cuando la justicia ordenó suministrarlos, el gobierno de Milei apeló. Incalificable manera de prolongar el padecimiento de las víctimas, con serias posibilidades de muerte como sucedió por decenas desde aquel fatídico 10 de diciembre inicial. Simultáneamente, siempre motosierra en ristre, hizo descender la jubilación real de adultos mayores que, de tener hambre pasaron a la indigencia y de allí a una muerte cercana e inexorable.
Javier Milei está intentando destruir una actual sociedad civilizada del país en función de sus delirios megalómanos para satisfacción de dos aspectos puntuales que conforman su deseo.
Por un lado, el goce cruel de ver desmoronarse ante su mirada el estado de bienestar que una democracia, que detesta, tiende a posibilitar. Por el otro, el enriquecimiento personal extremo que lo acerque a sus ídolos actuales poseedores de las fortunas más grandes del planeta.
Y en ese tránsito, a diferencia de los emblemáticos referentes suyos de la antigua Roma y las más cercanas Alemania nazi e Italia fascista, que se nutrían de gente extremadamente cruel pero versada, Javier Milei se rodea de bobos. Seres perversos que integran sus círculos más cercanos, cuyos atributos notables son la pobreza intelectual, la ausencia total de empatía y la carencia de elementales escrúpulos.
Baste como dramático ejemplo de lo dicho, recordar que su maquilladora y actual diputada nacional Lilia Lemoine difundió públicamente una propuesta que tituló “novedosa”, para testear el COVID. Así, sugirió «hacer toser a un enfermo de coronavirus arriba de una mesa y que después vaya otra persona a chupar la mesa y ver si se contagia o no se contagia». Agregó: «es un test muy simple que lo podés hacer en tu casa» [sic] (2)
En igual sentido, el mercado de órganos que proponía su ex canciller Diana Mondino, o el de niños que publicitaba su admirado amigo Alberto Benegas Lynch (Bertie). Ya con su banca de diputado nacional, Bertie afirmó: «la libertad también es que, si no querés mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller, puedas hacerlo» [sic] (3).
En igual sentido, la afirmación del propio Milei cuando el 29 de mayo de 2024 señaló en la Universidad de Stanford en Estados Unidos: “¿Ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir? Va a llegar un momento que se va a morir de hambre, con lo cual, o sea, digamos, va a decidir de alguna manera para no morirse” . Preguntado por Jorge Fontevechia en una entrevista sobre el mismo tema, respondió: “También podés elegir morirte de hambre y morirte”. (4)
De lo llevado a cabo hasta ahora por el régimen, como es fácil advertir, se trata de un proyecto de aniquilamiento de sectores vulnerables de la población. Esa destrucción sólo es posible con personajes de la calaña de los que rodean a Milei, que comparten sus delirios y carecen por completo de parámetros éticos y morales. A ellos se suman, en un círculo más amplio, quienes son igualmente amorales pero que actúan exclusivamente por dinero. Son los nuevos sicarios rentados que ocupan despachos judiciales o bancas legislativas.
Finalmente, se integran a la troupe canalla aquellos personajes de la política y demás ámbitos públicos que son extorsionados debido a las “carpetas” con que se pertrechan las actuales autoridades del ejecutivo.
En ese escenario de crueldad, la impunidad de la que gozan Milei y sus bobos es sólo provisoria. Es efímera como toda gloria en el mundo y su final será el que tuvieron sus admirados dictadores. Milei pasará a la historia como un bandido patético que dejó a su paso algunos despojos de un país que intentó destruir. Sociedad que como en otras trágicas ocasiones de su historia, se levantó, juzgó y condenó a sus opresores y que esta vez, sin dictadores mesiánicos ni bobos funcionales se fortalecerá para evitar la reiteración de esa clase de irrupciones.
(1) Entrevista de Viviana Canosa a Javier Milei el 14 de mayo de 2022, en la Feria del Libro de Buenos Aires.
(2) «El delirante test de Covid-19 que proponía Lilia Lemoine en plena pandemia», en Minuto 1, 18 de septiembre de 2023.
(3) Publicado por Infobae, 7 de abril de 2024.
(4) Publicado por Editorial Perfil el 30-05-2024.