El defensor Gastón Benavídez se convirtió en el héroe de Talleres en la final de la Supercopa Internacional ante River. Su penal ejecutado con precisión al ángulo izquierdo de Franco Armani le dio al equipo cordobés el título, en una tanda que quedará en la historia.
Sin embargo, el lateral reconoció que su decisión de patear hacia ese sector no fue casualidad: recordó una imagen de la botella del arquero del equipo de Núñez que había visto por televisión el año pasado.
“Iba a patear al medio, pero cuando jugamos la Copa Libertadores contra River, TyC Sports subió una foto de la botella de Armani. Ahí estaba el machete con mi nombre y decía ‘Benavídez al medio’. Cuando lo vi parado en el penal, decidí abrir el pie”, relató el lateral en plena celebración en Asunción.
La anécdota sorprendió a los periodistas, que le recordaron que aquella imagen fue clave en su cambio de decisión. El defensor también reveló que el día previo a la final había practicado penales con Guido Herrera, quien le había sugerido que pateara al medio. Sin embargo, la imagen de la botella de Armani quedó en su memoria y terminó influyendo en el momento decisivo.
Más allá de la importancia del título para Talleres, la consagración tuvo un significado especial para Benavídez: “El fin de semana fui papá, no dormí nada y encima jugamos contra Tigre. Pero el fútbol siempre da revancha, y ahora somos campeones”. El jugador destacó luego el apoyo de los hinchas, y la esperanza de que este logro sea un envión anímico para el equipo en lo que resta del año.
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