River volvió a decepcionar. Con un juego que fue de mayor a menor, el conjunto de Marcelo Gallardo retrocedió varios casilleros después de lo que había mostrado ante Atlético Tucumán y apenas pudo empatar sin goles como visitante ante el combativo Riestra, que hasta pudo llevarse un premio mayor en los últimos minutos.
Este River no parece un equipo de Gallardo. La dinámica y la presión alta marca registrada de otros momentos quedó olvidada en un baúl que el entrenador no termina de encontrar. Amagó en el arranque, con algunas triangulaciones entre Meza, Acuña y Colidio, pero resultó un espejismo, más allá de un cabezazo de Meza que motivó una excelente tapada del arquero Arce. Pero la salida del exBoca y Tigre por una molestia desinfló a River, que aisló el ingresado Subiabre en la punta izquierda, sin que pudiera desequilibrar.
Entonces, Riestra, con orden, intensidad y rigor físico equiparó el desarrollo, que se tornó monótono y sin mayores llegadas, la síntesis de lo que quería el conjunto anfitrión. Sin emociones, se jugaba el partido que buscaba el Malevo. Recién sobre el final de la primera etapa, Meza y Mastantuono pudieron escaparse del cerrojo defensivo rival y provocaron ocasiones claras: un remate de Aliendro desde adentro del área que tapó Arce, otra entrada del exColón que pifió el remate final desde área menor y una ocasión de Borja, que eludió al arquero, pero su disparo alto pegó en el paló y salió. Así se fue la etapa con el marcador en blanco, lo que determinó el duodécimo partido consecutivo de River sin anotar goles en los primeros tiempos.
Más allá de un cabezazo de Masantuono apenas afuera, ese buen final de etapa de River no se prolongó en la segunda mitad. Por el contrario, el equipo de Gallardo perdió fluidez en ataque, Mastantuono ya no pesó con su gambeta y Subiabre insinuó más de lo que concretó. Entonces, Arce ya pasó una tarde más tranquila.
Para colmo, River empezó a padecer algo que no le había pasado en el primer tiempo: comenzó a sufrir desacoples defensivos, sobre todo en pelotas cruzadas al segundo palo. Por esa vía, Riestra generó dos centros que terminaron salvando Pezzella y Paulo Díaz a centímetros de la línea. Y cuando se acababa el partido, Brian Guille ejecutó un tiro libre para la llegada de Ramírez, que conectó como pudo y obligó a una gran reacción de Armani.
De esa manera, River terminó salvando un punto, aunque por el trámite general, no hubiese sido justo que perdiera. Pero a su vez, tampoco acumuló muchos méritos como para llevarse más de lo que se llevó del Bajo Flores.
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