A sus 17 años (cumplirá 18 el 14 de agosto) Franco Mastantuono ya es la última joya de la vieja escuela de River. Aunque juega con el 30 en la espalda, está en la línea de los grandes números diez de la historia millonaria. Y acaso sea por su zurda lujosa y distinguida, su estampa de crack y su vocación por la exquisitez, lo más parecido a Norberto Alonso que haya surgido en los últimos cuarenta años. Alonso y Mastantuono tienen varios puntos de coincidencia: la manera en la que entienden el fútbol, la elegancia de su andar, el manejo de la pelota, la sensibilidad de su toque y la pegada estupenda. Pero tal vez Mastantuono jamás alcance la estatura legendaria que aún hoy ostenta Alonso.
El “Beto” tuvo tres ciclos en River (1971/1976, 1977/1981 y 1984/1986) en los cuales ganó ocho títulos locales más la Copa Libertadores y la Intercontinental de 1986 y el Mundial 78. En cambio, Mastantuono durará poco: en los pasillos y los palcos del Monumental se comentaba el domingo que no bien cumpla en agosto, los 18 años, Manchester United pagará los 45 millones de dólares de la cláusula de rescisión y se lo llevará a jugar la Premier League. Su destino estará en Europa. Sólo es cuestión de tiempo.
El golazo de tiro libre que le hizo a Boca era lo único que le faltaba para terminar de entrar en los ojos del público y la cátedra. Mastantuono tenía que dar un gran golpe de autoridad. Y lo dio en el partido más grande de todos, de cara al país futbolero. Sin que el Monumental repleto de hinchas y de banderas se le cayera encima y sin que la presión lo achicara en ningún momento. Aunque fue Martín Demichelis quien en 2024 tomó la decisión de ponerlo en primera, con Marcelo Gallardo encontró la consagración. El técnico de River lo llevó de a poco y trató de que no recayera sobre sus espaldas, el peso de la eliminación a manos de Atlético Mineiro en la Copa del año pasado.
Este año, le fue dando cada vez más minutos hasta que arrancó como titular y ya no hubo manera de sacarlo. Para favorecer su perfil de zurdo y ponerle la cancha a su favor, Gallardo lo coloca por la derecha. Pero en los segundos tiempos ante Gimnasia y Boca jugó de media punta con el arco rival enfrente. Y acaso sea en ese lugar que mejor le va. Otro contacto con Alonso: Mastantuono por ahora (mas adelante se verá) no demuestra aptitudes de organizador y armador de juego. Acaso le falten madurez y horas de rodaje futbolístico para ello. Es, eso sí, es un solista inspirado. Alguien que en un pase de magia y a favor de su gran técnica, puede definir un partido y levantar las tribunas.
A veces, el pibe se excede en la autoestima y retiene la pelota un metro y un segundo más de lo debido. A veces, hace las jugadas sólo para él y no habilita a compañeros en posición mas ventajosa, como le sucedió el domingo con Colidio. Ya va a aprender. Lo que vale es que a los 17 años, Franco Mastantuono demostró que es un crack y que está para llegar a lo más alto. Para el fútbol argentino es una gran noticia que sigan surgiendo jugadores como él.