Las últimas dos semanas se evidenciaron preocupantes desconocimientos por parte de altos funcionarios del gobierno nacional. Uno de ellos, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, compareció el pasado miércoles 16 ante la Cámara de Diputados para presentar su informe de gestión, o sea la obligación constitucional de responder todas las requisitorias presentadas con anticipación por los legisladores acerca del Gobierno. Una de las preguntas más inquietantes llevaba el número 1500, por la cual Francos debía informar acerca del estado de avance del primer proyecto de Central Atómica Pequeña Modular –CAREM– prototipo que está en la localidad bonaerense de Lima, junto a las centrales Atucha 1 y Atucha 2 y sobre la barranca derecha del Paraná de Las Palmas. Y que es un desarrrollo excepcional por ser, además, el tercer SMR (small modular reactor) más factible de venderse en todo el mundo, a la par de una central rusa y dos chinas.
Se indagaban las causas por las que el Gobierno detuvo esa importante obra, y el cuestionario abrió con una pregunta referida a Energía: “Señor ministro, en su último informe usted no especificó una fecha de finalización para el proyecto de reactor nuclear modular CAREM por parte de la CNEA”. Se pedía saber acerca de los fondos ejecutados desde el cambio de gobierno, el porcentaje de avance de la obra y la evolución de la cantidad de empleados asignados al proyecto. También se solicitaron informes sobre los avances del Plan Nuclear Argentino, presentado por el presidente el 20 de diciembre de 2024.
La respuesta de Francos fue elusiva: “…desde el cambio de administración el Proyecto CAREM ha continuado su desarrollo con una ejecución sostenida de recursos, en paralelo a un proceso de revisión integral. Entre diciembre de 2023 y marzo de 2025 se han ejecutado más de 33 mil millones de pesos para la continuidad de actividades. Y en cuanto a recursos humanos, el personal afectado al proyecto ha fluctuado entre 416 personas en diciembre de 2023 y 329 en marzo de 2025”.
Sin embargo, esos datos fueron inmediatamente contrariados por la voz sin dudas más autorizada del Dr. Alberto Baruj, Director del CONICET, ex vicedirector de la Comisión Nacional de Energía Atómica, profesor en Física en el Instituto Balseiro y representante de la CNEA en el directorio de INVAP, quien refutó, contundente: “la ejecución presupuestaria para el proyecto CAREM es del 0% desde octubre de 2024”.
Por eso, continuó Baruj, “llama la atención que, a la vista del cuadro presentado por Francos, se diga que el gobierno ha continuado su desarrollo con una ejecución sostenida”. El proyecto está, a todas luces, detenido.
Por su parte otro experto en la materia, Daniel Arias, consultado señaló que “el avance de obra en 15 meses fue de sólo el 0,88%, es decir un 0,058 por mes”. Y precisó aún más el retruque: “Dr. Francos: usted dice lo que dice en un mundo donde hay no menos de 90 proyectos de SMR, y con la Agencia de Energía de la UE que puntúa a nuestro CAREM como el tercero más factible y vendible. Y eso, según una comparación donde no hay ningún reactor compacto modular europeo o norteamericano que llegue a cuartos de final. Son casi todos pura folletería, power points y marketing”.
Arias también le recordó a Francos que estamos en “una Argentina que desde el año 2000 es considerada internacionalmente como el primer exportador de reactores multipropósito del planeta”. Por eso, destacó, la muy prestigiosa INVAP lleva exportados 6 reactores de este tipo, los dos últimos mediante licitaciones en Australia y Holanda, donde la empresa estatal barilochense barrió con las propuestas de Francia, Canadá, Rusia, Corea y China. Y por si fuera poco, el próximo reactor irá a Uganda, país particularmente ligado a China”. Detalle no menor este último, dada la importancia de competir en tecnología nuclear con el gigante asiático.
Por otra parte, se le recordó al Jefe de Gabinete y a todos los diputados que CONUAR, sociedad mixta de la CNEA, ya exporta componentes críticos de centrales de tubos de presión a la India y a Canadá, además de que Núcleoeléctrica S.A. es la empresa 100% pública que terminó la Central Nuclear Atucha 2 y rehizo y repotenció la Central Embalse para su segundo ciclo de vida, o sea 30 años más.
Todo esto se logró con una cadena de proveedores metalmecánicos, electrónicos e informáticos mayormente nacional, que dio trabajo directo muy calificado a cerca de 13.000 personas. De las que 1.500 jóvenes egresados de escuelas técnicas se hicieron técnicos en soldadura de superaleaciones de circonio y de níquel en obra.
Sólo con terminar Atucha 2, unos 400 ingenieros eléctricos, electrónicos, mecánicos, de mantenimiento y de montaje argentinos se hicieron ingenieros nucleares, destacó Arias, quien además subrayó que el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica es un argentino: Rafael Grossi. Y remató: “Comparado con la Argentina, Estados Unidos, ese país que el presidente venera, como exportador nuclear no existe”.
Y todo eso se conjuntó con una desafortunada declaración del Ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, quien en el marco del 21˚Council of Americas dijo que “Starlink no podía proveer Internet satelital en Argentina porque había un papelito que lo impedía. Y ese papelito decía que no se podía ofrecer servicios de Internet por satélite en Argentina si Estados Unidos no generaba una reciprocidad en el acceso a nuestros satélites, que creo que no tenemos para el territorio americano”.
Según textos periodísticos de Guillermo Rus, ex Director de ARSAT, Sturzenegger, evidentemente deslumbrado por los avances tecnológicos y las inversiones extranjeras, confundió la propia regulación porque Argentina desde hace más de 9 años brinda servicios en los Estados Unidos, generando ingresos por servicios de exportación de tecnología nacional, destacándose en un mercado ultra competitivo.
También según Rus, “ahondando más en el desconocimiento del propio país que busca gobernar, Sturzenegger también afirmó que en Argentina no había alternativas para conectarse a Internet satelital previas a la sanción del DNU 70/2023 por el que Milei estableció la apertura de cielos en Argentina eliminando cualquier vestigio de protección a la industria satelital de comunicaciones”. Inexactitud evidente, porque “a través de ARSAT-1 y ARSAT-2 es posible conectarse a Internet; desde 2014 ARSAT provee servicios de Internet satelital en miles de escuelas en todas las provincias del país y un conjunto de empresas brindan este servicio al sector privado”.
“Y aún más preocupante –continúa Rus– es que el Ministro de Desregulación desconozca que actualmente ARSAT se encuentra desarrollando, a través de INVAP, el tercer satélite de su flota especialmente diseñado para proveer banda ancha en Argentina y países limítrofes. Con una inversión que ronda los USD280 millones financiada en un 90% por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, ARSAT-SG1 tendrá 70 Gbps de capacidad para brindar banda ancha en más de 200 mil hogares.
La construcción de este satélite se encuentra muy avanzada y se espera –de no suspenderse su fabricación tal como aconteció con ARSAT-3 durante el gobierno de Macri– que sea lanzado al espacio en 2026″. @