“Encontramos muchos restos óseos en la casa del acusado, fragmentos de huesos carbonizados”, dijo a Página/12 el titular de la Fiscalía Regional de San Salvador de Jujuy, Guillermo Beller, sobre la investigación del caso de Matías Jurados, presunto asesino serial. El fiscal detalló que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comenzó este lunes a estudiar los huesos encontrados en el domicilio de Jurado –en el barrio Alto Comedero de la capital jujeña– para intentar determinar cuántas son las víctimas. Hasta el momento, la fiscalía trabaja con la hipótesis de que, además de los dos cuerpos identificados la semana pasada, podrían encontrarse allí los cuerpos de otras cinco personas desaparecidas, aunque no descartan que haya más. El fiscal adelantó que van a ampliar la imputación por el segundo cuerpo identificado –un segundo hecho de homicidio agravado– y que solicitaron una audiencia con el acusado.
“Desde que hicimos el primer allanamiento, no pudimos distinguir en todos los casos qué restos óseos eran humanos y cuáles no. Por eso acudimos al Equipo Argentino de Antropología Forense”, explicó el fiscal a este diario. Además del EAAF, este lunes comenzó a trabajar en la casa del acusado un entomólogo forense de Gendarmería, que estudiarán los insectos presentes en los restos encontrados en el domicilio para determinar cuánto tiempo llevan allí y comprender la cronología de los hechos. “El entomólogo va a tratar de darnos una fecha exacta de cuánto llevan los huesos ahí”, precisó Beller, y añadió que “estamos tratando de hacernos fuertes en las pruebas científicas porque el análisis de las cámaras de seguridad y las entrevistas, ya lo cubrimos”.
En la fiscalía manejan tres hipótesis respecto a la cantidad de víctimas. En la primera etapa de la investigación, encontraron varios indicios de que hay tres personas desaparecidas que podrían haber sido víctimas de Jurados. Se trata de Juan Carlos González, de 60 años; Juan José Ponce, de 51; y Miguel Ángel Quispe, de 60. Hay otras dos personas desaparecidas sobre las cuales no hay tantos indicios, “aunque no los descartamos como víctimas”, indicó Beller. Por último, el fiscal aclaró que, por la cantidad de huesos encontrados, no descartan que haya víctimas que no están registradas como desaparecidas, porque no se presentaron denuncias.
“Hemos tomado muestras de las manchas de sangre y armarmos varios perfiles”, explicó el fiscal, y advirtió que de los análisis de las muestras en el laboratorio, “están saliendo más perfiles para seguir cotejando muestras”. Gracias a esas pruebas de ADN, ya pudieron identificar a dos víctimas: Jorge Omar Anachuri y Sergio Alejandro González. El trabajo del EAAF es clave para reconocer los cuerpos que luego son cotejados con esos perfiles genéticos. “Desde la mañana (del lunes), los integrantes del Equipo están reestableciendo un régimen de prioridades sobre los restos. Esperamos el aporte de la mirada profesional de ellos, que incluso a simple vista pueden descartar restos que no son humanos”, sostuvo Beller.
Las excavaciones del EAAF se realizarán en seis puntos dentro del domicilio del acusado, que fueron ubicados previamente por Gendarmería, mediante un georradar. “Son puntos en los que puede haber anomalías, dado que el suelo fue removido”, explicó el fiscal. No descartan excavar también zonas de basurales, porque también allí encontraron restos óseos. En paralelo, el equipo de psicólogos, luego de cuatro entrevistas con el acusado, avanza en la elaboración de un perfil para “contextualizar los hechos” y “tratar de entender cuál sería el móvil de los homicidios”, indicó Beller.
La fiscalía solicitó también una audiencia con Jurado, tal como pidió el acusado. Entre el martes y el miércoles se definirá la fecha, estimó el fiscal. El presunto asesino, de 37 años, se encuentra en el penal de Gorriti, en un pabellón de alta seguridad. La detención se realizó el 30 de julio pasado, luego del primer allanamiento en su casa.
Fuente: Pagina12