Autores debatieron las claves para leer hoy una novela


12 de agosto 2025 – 19:42

Con amplia convocatoria de público se realizó el pasado fin de semana la 14º edición de la Feria de Editores (FED). Dialogamos con dos de los autores participantes, María Sonia Cristoff y Edgardo Scott.

María Sonia Cristoff y Edgardo Scott fueron dos de los autores que debatieron en la FED.

“¿Cómo se leen hoy las novelas?” (con Cristoff, Scott), “Pesadillas para gauchoides” sobre cómo se está pensando y replanteando ahora la literatura (con Mattio, Nieva), “Cómo los videojuegos están cambiando el mundo” (con Didzgalvyte, Ruocco) fueron algunas de las catorce charlas de destacados narradores y ensayistas que potenciaron la 14º Feria de Editores (FED) -de pequeñas y medianas editoriales, como Siglo XXI, Eterna Cadencia y Godot, que concluyó el domingo pasado. La FED crece año a año, esta vez con 330 stands y más visitantes (31.000) que recorrieron el Art Media, de Corrientes y Dorrego, en el barrio de Chacarita.

“Fue un éxito en más de un sentido. La FED nos permitió hablar con los lectores, contarles lo que estamos haciendo, los que proyectamos y saber de sus intereses en el mundo de los libros”, señala el editor Victor Malumian, uno de los organizadores.
Sobre el tema de “¿Cómo se leen hoy las novelas?”, entrevistamos a los escritores María Sonia Cristoff, narradora, ensayista, traductora. Su obra “Derroche” obtuvo el Premio Nacional de Novela “Sara Gallardo”, y Edgardo Scott, autor argentino residente en Francia. Narrador, ensayista, psicoanalista. Acaba de publicar “Yo soy como el rey de un país lluvioso”. Ambos debatieron en la FED.

María Sonia Cristoff: Vengo pensando desde hace tiempo en todo el conjunto de textos que rodean a los libros y que suelen agruparse bajo el nombre de paratextos, desde que así los designó un teórico francés el siglo pasado. Con paratextos me refiero a la contratapa, la solapa, los prólogos, reseñas, entrevistas. Toda una producción textual a la que, con la irrupción de la vida digital, se agregan los posteos, videítos, comentarios, hilos, etcétera. No es que se agregan como opciones paratextuales sino que pasan a tener mucho más peso, más importancia en la experiencia lectora. Hoy es muy raro que alguien llegue a leer una novela un poco solo, en el sentido de acompañado de sus lecturas previas, pero no mucho más. A lo sumo alguna recomendación o la lectura de una crítica, y eso en el caso de los lectores más especializados.

“Hoy se llega al libro al libro propiamente dicho con mucha información previa que viene por lo general de canales en las redes”, continúa la autora. “Se lee de ese modo mucho más grupal por una experiencia real de lo colectivo. Lo cual puede tener un costado muy positivo, si es que entendemos ese grupal por una experiencia real de lo colectivo, lo pluralista, y si es que esa pluralidad le da el lugar que corresponde a las lecturas sólidas y no meramente promocionales de las novelas. A la vez tiene un costado que me entusiasma menos, porque toda esa producción paratextual muchas veces condiciona en exceso la dirección de la lectura y deja poco espacio para que cada lector haga su propia lectura, se sorprenda con su propia experiencia, se abra a las múltiples irradiaciones de sentido que pueda tener una novela.”

Edgardo Scott: Hay tres maneras en que se están leyendo las novelas, es decir la ficción. La primera sigue siendo muy evasiva, y está ligada al género. La novela, la ficción, se lee finalmente para entretenerse, para evadirse de la realidad, y por lo tanto para no modificarla. Esa es una lectura intrínseca del género en términos comerciales, industriales.

“Ahora”, prosigue Scott “me parece que, en los últimos tiempos, hay una lectura muy literal de las novelas, que las ficciones han perdido su capacidad metafórica, eso que hacía que ‘Madame Bovary’ no fuera solo la historia de una mujer infiel, sino que podamos encontrar leyendo esa novela no el pretexto narrativo, sino un montón de otras cosas. Ese montón de cosas que significa ‘Madame Bovary’ o, por ejemplo, ‘El astillero’.

“Otra lectura que me parece que hay es una muy ideologizada”, agrega el autor, “que va un poco en la misma línea. Se lee la novela en clave ideológica. Acaso porque estamos en un momento del mundo muy ideologizado, muy polarizado. Hay dos grandes polos ideológicos, y es muy difícil escapar, y poder ser crítico de esos dos polos. De esa manera, muchas veces las novelas vienen como a militar o a redundar esas ideologías. Lo peor no es que se lea así, sino que muchas veces se escribe así. Los mismos autores generan textos que buscan ser leídos de esa manera.”

Periodista: ¿Qué relación ve en el uso de la ficción en las noticias y la ficción novelística que no está “basada en hechos reales” aunque así lo proclame?

Edgardo Scott.: Estamos en un momento en que la información es generada o autogenerada por cada uno Ya no hay chequeo de fuentes, eso go in the wind. Ahora se habla de lo que dice un tweet de un retuit de un retuit, que después empieza a circular como un rumor. El rumor es algo que a la literatura le va bien, pero no para el tratamiento de algo documentado o documental. Hoy se busca novelizar personas conocidas o hechos ocurridos. Eso se da mucho en las biopics y biografías. Pareciera que vienen a desmontar un mito y terminan por cristalizarlo. Al mirar o leer ese tipo de novelizaciones finalmente el espectador o el lector termina no sabiendo mucho más de lo que sabía antes de tener esa experiencia de lector o espectador, y puede haber aceptado ficciones insostenibles. Ese es hoy también otro modo del uso político de la ficción.

P.: ¿Qué están escribiendo?

María Sonia Cristoff: Acabo de terminar una serie de ensayos narrativos que serán publicados en Chile por la Editorial Diego Portales. Y estoy terminando una novela que saldrá el año que viene en Random House en la que la protagonista trata de resolver- ¡precisamente leyendo!- el enigma de una muerte acallada.

Edgardo Scott: Una novela sobre mi padre, el alcoholismo y demás, y “Leer mal”, un ensayo sobre la lectura.


Fuente: Ambito