Si el resultado de la votación es muy ajustado, el criterio interpretativo que se imponga en el recinto podría definir el destino del equilibrio fiscal que defiende el Gobierno.

¿Dos tercios de todos los diputados presentes al momento de votar o dos tercios de los votos emitidos? Una complicada polémica reglamentaria late de fondo a la sesión donde la oposición intenta rechazar los vetos de Javier Milei al aumento jubilatorio, moratoria previsional, emergencia en la discapacidad y a la emergencia en Bahía Blanca.
Si el resultado de la votación es muy ajustado, el criterio interpretativo que se imponga en el recinto podría definir el destino de los vetos del Presidente y desatar, incluso, una guerra política adicional que podría terminar en la Justicia.
Para que la Cámara de Diputados insista con las leyes vetadas por Milei hace falta que se alcancen en el recinto dos tercios de los votos. Pero existen “dos bibliotecas”, es decir dos criterios de interpretación en relación a cómo se calcula esta mayoría calificada de los votos. De un lado, sostienen que se trata de los dos tercios del total de diputados presentes a la hora de votar, usando como base de cálculo los votos afirmativos, negativos y las abstenciones.
Pero otra interpretación toma en cuenta solamente los votos “emitidos”, es decir que utiliza para la base de cálculo solo los votos afirmativos y los negativos, excluyendo a los diputados que están presentes en el recinto, pero se abstienen. Esta lectura baja la base de cálculo y podría favorecer a La Libertad Avanza (LLA) que, con menos diputados, podría alcanzar el tercio que blinde los vetos de Javier Milei.
Las divergencias interpretativas surgen de lo que establece por un lado el Reglamento de la Cámara de Diputados (art. 186 y subsiguientes) donde se fija la regla general: las resoluciones se toman por “mayoría absoluta de votos emitidos”, salvo que la Constitución Nacional disponga otra mayoría.
En este caso, se podría apelar a la Constitución Nacional que pide expresamente “dos tercios de los presentes” y, de primar esa interpretación, en este caso se aplicaría la excepción: los dos tercios para rechazar los vetos se cuentan sobre los presentes, no sobre los emitidos.
El Reglamento de Diputados (art. 187) dispone además que ningún diputado puede abstenerse sin autorización de la Cámara. En la práctica, esa autorización se concede, y la abstención se registra como tal en la votación.
Sin embargo, la secretaría parlamentaria aclaró que la base de cálculo será sobre votos emitidos, es decir incluir a las abstenciones para la base del cálculo, una interpretación que puyare terminar favoreciendo a la Casa Rosada si la votación es muy ajustada.
Fuente
Ambito