Racing venció 2-0 este domingo a Santamarina, del Federal A, en la cancha de Lanús por la Copa Argentina y la victoria le permitió avanzar a los 16avos de final. El próximo rival del conjunto de Gustavo Costas saldrá del ganador entre San Martín de San Juan y Gimnasia de Jujuy.
El encuentro inició con Racing buscando ser protagonista y, pese a que sus mediocampistas padecían la presión de los tandilenses, llegó con un cabezazo de Balboa. La pelota pasaba seguido por Vietto, aunque el delantero lucía impreciso.
Y tras una mala salida desde el fondo de “Nacho” Rodríguez, el equipo de Carlos Navarro Montoya avisó con un remate desviado de Domínguez. Más tarde Santamarina tuvo un intento a cargo de Lucas Comachi, Arias dio rebote que quedó boyando en el área y complicó a su propia defensa. En la réplica, la Academia reaccionó con un contragolpe letal que fue mal resuelto por Vietto.
El ingreso de Salas por el lesionado Quirós le imprimió otro ritmo al conjunto de Avellaneda. No bien entró, el delantero realizó un envío desde la derecha que fue capturado en la otra franja por Facundo Mura, quien sacó un latigazo que venció la resistencia de Ezequiel Navarro Montoya, el hijo del ex arquero de Boca.
Luego del entretiempo, Racing casi aumenta, pero ni Vietto ni Salas pudieron acertar el arco. La Academia había dejado atrás las dudas y sobre todo la lentitud que lo marcaron en prácticamente toda la primera parte, por lo que no extrañó que Balboa y Vietto también quedaran otra vez frente al arco, aunque fallaran en la puntada final. Quien no falló Maximiliano Salas, que recibió de Balboa, amagó y sacudió la red.
Estar dos goles abajo no rindió a Santamarina, que cambió a sus delanteros y buscó el descuento ante un llamativo quedo de Racing, que dejaba espacios.
En una nueva contra, Navarro Montoya le ahogó el grito a Balboa, que no tuvo un buen partido y en el último cuarto de hora le dejó su lugar a “Maravilla” Martínez. El ingresado De Gregorio estrelló un disparo en el poste que pudo ser el tercero, pero el resultado no se movió y la diferencia de categoría entre ambos acabó siendo determinante.
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