Ya sean de Boca o de Vélez, parece haber un exceso de confianza de sus hinchas de cara a una posible final de Copa Argentina ante un rival con menos chapa. Pero guarda, Central Córdoba no es un equipo para subestimar y por varias razones.
Primero, lo futbolístico. Desde que Omar De Felippe agarró la dirección técnica allá por principos de agosto (novena fecha) el Ferroviario tiene una de las mejores campañas del fútbol argentino, incluso en la Liga, donde marcha 22º. Si se suman los puntos cosechados entre la fecha 9 y la actual, los santiagueños están segundos (siete triunfos, seis empates, tres derrotas) sólo por detrás de Vélez. Tremendo. Más si se tiene en cuenta que en las primeras ocho jornadas sumó apenas una unidad.
Y en la Copa, De Felippe debutó en octavos dejando en el camino a Newell’s, por penales. Luego vinieron Temperley y Huracán, ambos derrotados por 2-1.
Dentro de la cancha, hay muchos puntos altos empezando por el arquero Luis Ingolotti, titular en todos los partidos desde la llegada del DT; el central y capitán Sebastián Váldez; o el extremo Rodrigo Atencio, autor de cuatro goles en cinco partidos de esta Copa.
Segundo, lo extrafutbolístico. Central Córdoba tiene el denominado (y para nada despreciable) “peso” en AFA de la mano de Pablo Tovigginio, secretario general de la Asociación, exmandamás de la Liga Santiagueña de Fútbol y más conocido por sus cruces dialécticos en redes sociales, con Carlos Tevez o Mauricio Macri por ejemplo.