Barcelona prendió la primera perla de la Triple Corona. Necesitaba ganarle la final de la Copa del Rey al Real Madrid. Y se la ganó por 3 a 2 en tiempo suplementario y al cabo de un trámite para el infarto y el asombro jugado en el estadio La Cartuja de Sevilla. Un gol del lateral francés Jules Koundé a cinco minutos de los penales le posibilitó a los catalanes llevarse el primero de los tres títulos que aspira para esta temporada. El miércoles jugará ante Inter la primera semifinal de la Champions League. Y en la Liga, le lleva cuatro puntos al Real faltando cinco fechas. O sea que el triplete de la gloria está perfectamente al alcance del juvenil equipo que armó el alemán Hansi Flick.
En cambio, para el Real la derrota acaso sentencia una temporada en el que fue por todo y se quedó sin nada y le pone un cierre ingrato al ciclo de Carlo Ancelotti como técnico. Fuera de la Champions, alejado de la punta de la Liga y vencido en la final de la Copa del Rey, al Madrid solo le queda el Mundial de Clubes para salvar el año.
Barcelona ganaba por 1 a 0 al cabo del primer tiempo con un golazo de Pedri desde fuera del área a los 28 minutos tras un centro de Lamine Yamal desde la derecha. Pero los ingresos desde el banco de Mabppé y Modric en la segunda etapa le lavaron la cara al Madrid, que dejó su inexpresividad en el vestuario y propuso cambiar pelota por pelota. Barcelona acepró gustoso y entonces, se armó el partidazo de área a área.
El charlatán Raphinha tuvo dos oportunidades de aumentar la cuenta pero las desperdició. Y el Madrid aprovechó las suyas. Empató con un tiro libre de Mbappe a los 24 y pasó a ganar a los 33 con un cabezazo de Tchouameni a la salida de un corner. A los 36, Courtois le manoteó un zurdazo a Lamine Yamal, que dos minutos más tarde, le puso una pelota a Ferrán Torres con la pericia de un armador. Ferrán superó a Rudiger, dejó en el camino a Courtois y con el arco libre, marcó el empate.
Fue tan trepidante ese segundo tiempo que nadie tuvo piernas para ir al alargue. Con los dos equipos agotados, la final parecía encaminarse a los penales. Hasta que a los 10 minutos del segundo chico, Modric dejó corto un pase a Brahim Díaz, anticipó Koundé y su derechazo rasante desde fuera del área, se metió al lado del poste derecho. Después de tantas emociones, Barcelona volvió a levantar la Copa del Rey y es el más veces la ganó (31). Real Madrid se quedó con las manos vacías deseando que este año se termine lo mas rápido posible.
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