La investigación de Página|12 parece haber dado en el blanco. Una vez que se conoció que el director de Parques Nacionales gastó 481.000 pesos en solo dos almuerzos, la patrulla digital del Gobierno (con goce de sueldo) activó un mecanismo de control de daños y extendió un extraño relato para tratar de justificar los viáticos de Cristian Larsen: dicen que el funcionario “invitó” a todos los bomberos voluntarios que combaten el incendio en el Nahuel Huapi y por eso el monto tan elevado de la comida. Pero es algo que no resiste la más mínima cuenta. Con decir que son alrededor de 100 personas las que trabajan para controlar las llamas, cae por su propio peso la mentira ya que el distinguido hotel donde se produjo uno de los almuerzos (Cacique Inacayal Lake & Spa Hotel) no tiene la estructura para agasajar a todo el cuerpo de rescatistas. Otra de las pruebas es la exclusiva carta de restó frente al lago Nahuel Huapi no tiene precios populares: la factura que pasó Larsen fue de 391.000 pesos, lo que equivaldría a un menú de almuerzo-postre-bebida para, como mucho, 7-8 personas.
Ese mismo grupo de 7-8 personas es el que aprovechó la tarjeta corporativa para el otro de los almuerzos del viaje relámpago de Larsen. Es que recién llegado a Bariloche con el avión hidrante, el funcionario y su séquito -entre los que figura el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán- decidieron hacerse de un huequito para almorzar en el aeropuerto. Tal como exhibe la factura que publicó este diario, hubo ocho pedidos en Kandahar (una hamburguesería de la zona) que derivó en un almuerzo de 84.900 pesos.
Preparen, apunten y trolleen
La voz cantante del relato gubernamental la llevó Juan Pablo Carreira, conocido en redes como Juan Doe. El segundo en el organigrama/imperio de Manuel Adorni, con el cargo de Director Nacional de Comunicación Digital de la Presidencia de la Nación, decidió criticar a este diario por la información publicada. “Cristian Larsen le pagó un almuerzo a los bomberos voluntarios que estuvieron combatiendo heroicamente los incendios en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Miren como titulan estas basuras…”, escribió en su cuenta de Twitter, a la vez que reposteó publicaciones de otros trolls con el mismo mensaje.
Carreira cuenta con dos ventajas. Por un lado, gracias a su título de ingeniero se puede inferir que se trata de una persona que se lleva bien con los números. Sin embargo, es una lástima que ni siquiera se haya tomado unos minutos para hacer una simple operación matemática como la que hizo este diario para dar cuenta de que de los dos almuerzos -de un viaje de menos de 26 horas- participaron apenas un puñado de personas y no todos los rescatistas.
La segunda ventaja es que, al igual que Larsen, cuenta con un suculento sueldo estatal (el de Doe supera los tres millones, a partir de su escalafón salaria GRAL 80 – FE I). Así, ambos pueden gastar, de un plumazo y sin que tiemble su cuenta bancaria, 331 mil pesos en apenas un almuerzo.
Lo que se cocina detrás de los almuerzos
La estampida de trolls y funcionarios para defender a Larsen no se explica, únicamente, para evitar una mala noticia a un gobierno que dice luchar contra los privilegios.
Hay algo que se conocina detrás de los almuerzos. En Casa Rosada dejan trascender a algunos medios que en las próximas horas, el Gobierno realizará un “importante desalojo” de mapuches en distintos territorios que la comunidad originaria reclama como propios. Uno de los zonas apuntas, tal como contó Adriana Meyer, será en el Parque Los Alerces.
Los rumores son tan crecientes que hasta se animan a señalar en el calendario entre el 9 y 10 de enero como fecha para que las fuerzas de Seguridad que comanda Patricia Bullrich usen su elementos de represión contra la comunidad.
Para que la acción no sea cuestionada, la cabeza que maneja Parques Nacionales debe parecer inmaculada y los exclusivos almuerzos no contribuyen a crear esa imagen. De allí que no es una cuenta imposible de hacer por qué la patrulla digital salió a atacar este diario.
No es de extrañar tampoco que Larsen -delfín de Hernán Lombardi- haga un raid mediático con algunos canales que no le suelen repreguntar ni tampoco que viaje de nuevo para Bariloche. De ser así, los restaurantes están atentos: saben a quién le podrán cobrar el nuevo banquete.