La elección legislativa de este año podría reconfigurar el fragmentado mapa político del Congreso, con la única certeza de que la población irá a las urnas con el nuevo sistema de Boleta Única de Papel (BUP) y la incertidumbre de si finalmente habrá o no Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) –que aún debe definir el Parlamento— o cómo se estructurarán finalmente las alianzas o frentes electorales. Lo que está claro, es cuánto pone en juego cada fuerza política en la Cámara de Diputados que renovará la mitad de sus 257 bancas. Allí, La Libertad Avanza (LLA) es la fuerza que menos escaños arriesga y el oficialismo apuesta todo a fortalecer su representación, aunque los bloques colaboracionistas con el gobierno libertario en la Cámara baja (PRO, UCR y Encuentro Federal) exponen más de las mitad de sus diputados en octubre. El principal bloque opositor, Unión por la Patria (UxP), pone en juego casi la mitad de sus bancas, en tanto bloques como el Frente de Izquierda (FIT) y los radicales díscolos arriesgan la mayoría de sus diputados. Otros bloques menores, podrían quedar reducidos a una mínima expresión o desaparecer. En todas las bancadas hay importantes dirigentes y experimentados legisladores que terminan su mandato y se desconoce si pelearán o no por su reelección.
Libertarios
La elección de este año renovará las bancas de quienes fueron elegidos en el recambio legislativo de 2021, cuando entonces LLA obtuvo sólo dos bancas por la Ciudad de Buenos Aires (CABA), las del actual binomio presidencial: Javier Milei y Victoria Villarruel. Aunque, con las incorporaciones de diputados de distintas provincias que saltaron al oficialismo, LLA pone en juego 8 de sus 39 integrantes. Entre ellas, las que completaron los mandatos de Milei y Villarruel, y la de los libertarios bonaerenses que entonces fueron con sello propio pero que regresaron con las “fuerzas del cielo”: José Luis Espert y Carolina Píparo.
La Casa Rosada expone este año solo 4 bancas en dos de los distritos donde deposita su mayor ambición electoral y que más diputados eligen: 35 en PBA y 13 en CABA. En tanto, su bloque satélite del MID, que se conformó tras la eyección de Oscar Zago de la presidencia de la bancada libertaria, mantendrá sus 3 bancas.
Colaboracionistas
Mientras que el Gobierno apuesta a robustecer su propia representación parlamentaria hasta ahora minoritaria, los sectores colaboracionistas que ayudaron a sacar sus leyes y hasta blindar los vetos de Milei, ponen en juego la mayoría de sus bancas.
Como sus aliados más incondicionales del PRO, que arriesga 23 de los 37 miembros de su bloque, mientras el partido amarillo se debate en una crisis interna sobre su alianza o no con los libertarios. Tres de ellos corresponden a su distrito insignia, CABA, donde están en jugo las bancas de María Eugenia Vidal, Fernando Iglesias y Sabrina Ajmechet. Otras 7 en PBA, incluidas las de Alejandro Finocchiaro, Hernán Lombardi, Gerardo Milman y Diego Santilli.
El bloque oficial de la UCR que dirige el cordobés Rodrigo de Loredo, pone en juego 14 de sus 20 bancas. Entre ellas, la del propio De Loredo, el porteño Martín Tetaz y el mendocino Julio Cobos, mientras que los más incondicionales “radicales con peluca” conservarán las propias. También deja su banca el santafesino Mario Barletta que formó un monobloque tras la ruptura de la bancada partidaria.
Con idas y vueltas frente al Gobierno pero con “vocación dialoguista”, el interbloque Encuentro Federal, presidido por Miguel Pichetto, arriesgará la mitad: 8 de 16, entre ellos los bonaerenses Emilio Monzó, Florencio Randazzo y Margarita Stolbizer; el porteño Ricardo López Murphy; la cordobesa Natalia de la Sota; y la socialista santafesina Mónica Fein.
La Coalición Cívica que se escindió de EF pone en juego 4 de sus 6 bancas. Incluidas la de su jefe de bloque, Juan Manuel López, y Paula Oliveto.
El interbloque Innovación Federal, que reúne a legisladores que responden a los gobiernos provinciales de Misiones, Salta y Río Negro expone 3 de sus 8 escaños. Y los peronistas tucumanos que rompieron con UxP para formar el bloque Independencia y alinearse con la Casa Rosada, arriesgan 2 de sus 3 diputados. En tanto, Por Santa Cruz pone en juego 1 de sus 2 bancas, la del ex gobernador peronista Sergio Acevedo que en contra de la voluntad del actual mandatario santacruceño Claudio Vidal se ausentó para no votar a favor de la ley Bases.
Opositores
La oposición también deberá lidiar para sostener o ampliar su fuerza parlamentaria en una elección en la que arriesga mucho. A pesar de varios desgajamientos, UxP mantuvo su condición de primera minoría en la Cámara baja donde este año pone en juego 46 de sus actuales 98 escaños.
En la provincia de Buenos Aires, UxP debe renovar 15 bancas, entre ellas, la de los ex ministros Daniel Arroyo y Daniel Gollán; de referentes sindicales como Hugo Yasky, Sergio Palazzo y Vanesa Siley, experimentados legisladores como Leopoldo Moreau y referentes de distintos espacios como Mónica Macha y Marcela Passo. En CABA, pone en juego 3: las de Leandro Santoro, Gisela Marziotta y Carlos Heller.
También arriesgará las bancas de referentes provinciales como el cordobés Pablo Carro; la entrerriana Carolina Gaillard; la pampeana Varinia Marín; y el santafesino Eduardo Toniolli, entre muchos otros.
Mientras que los radicales disidentes, que rompieron con la UCR por su incondicional alineamiento con el Gobierno, expone en esta elección casi toda su representación: 9 de sus 12 bancas. La lista incluye a su líder Facundo Manes, el formoseño Fernando Carbajal y la porteña Carla Carrizo.
Una situación similar tienen los diferentes bloques que integran el FIT, que en esta elección pone en juego 4 de sus 5 bancas: la de los porteños Nicolás del Caño (PTS) y Vanina Viasi (PO), la bonaerense Mónica Schlotthauer (IS) y el jujeño Alejandro Vilca (PTS).