A diferencia de lo ocurrido con el caso del Memorándum con Irán, la Corte Suprema sí dejó firme el sobreseimiento de la ex presidenta Cristina Kirchner en el caso dólar futuro, al rechazar la posición del procurador Eduardo Casal y dar por cerrada la acusación abierta, en 2015, por el exsenador Federico Pinedo y el exdiputado Mario Negri. Los supremos utilizaron el artículo 280, por lo que ni siquiera revisaron el expediente al que consideraron “insustancial”.
La decisión del máximo tribunal también cierra la causa para el entonces ministro de Economía y actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; y los ex funcionarios Alejandro Vanoli (presidente del Banco Central) y Miguel Ángel Pesce (vicepresidente del Banco Central), entre otros. Pinedo y Negri presentaron la demanda acusándolos por “administración fraudulenta en perjuicio del Estado”, a partir de la decisión del Banco Central de operar con dólar-futuro para evitar una corrida cambiaria.
En la operación se le aseguraba al inversor un valor en pesos del dólar y si se ubicaba por encima de ese valor, el BCRA pagaba la diferencia, en pesos. Con la operatoria -según la pericia realizada 5 años después-, el Central evitó una fuerte pérdida de reservas. Quienes sí se beneficiaron por la operatoria fueron los empresarios y funcionarios macristas Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, cuando con la asunción de Mauricio Macri y la posterior devaluación, recuperaron aún más por sus inversiones.
“Punto final a una causa política Dólar futuro. Negri y Pinedo contra Kicillof y contra mí. Bonadio incluyó a Cristina. Buscaban una excusa para echarme del Banco Central si no renunciaba. Así Macri tuvo piedra libre para devaluar y enriquecer a muchos perjudicando al país“, escribió Vanoli tras el fallo en sus redes sociales.
Efectivamente, la causa iniciada por Negri y Pinedo en los últimos meses del gobierno de Cristina Kirchner fue instruida por el juez Claudio Bonadio, quien la elevó a juicio con imputación contra la expresidenta, como lo hizo con otras 13 causas que allanaron el camino al gobierno de Mauricio Macri. Otra de ellas fue la del Memorámdum con Irán, que este jueves la Corte decidió llevar a juicio oral.
En este caso, en abril de 2021, la Sala I de la Cámara de Casación había desarmado las acusaciones por la causa dólar-futuro, con la votación unánime de los camaristas Ana María Figueroa, Daniel Petrone y Diego Barroetaveña. La pericia sobre la operación financiera se demoró cinco años, pero los camaristas observaron que no hubo perjuicio para el Estado por lo que no es necesaria la realización de ningún juicio.
En su resolución, la jueza Figueroa había detallado cómo Bonadio impidió la defensa de los imputados, les negó hasta copia del expediente, no hizo la pericia elemental para determinar si hubo o no perjuicio para el Estado, protegió a los funcionarios del PRO y tuvo la cobertura de las instancias superiores de Comodoro Py.
A pesar de esa decisión, el procurador Eduardo Casal –nombrado a dedo por Macri y aún no removido por falta de acuerdos en el Senado–, había pedido a la Corte que insista con las imputaciones. Sin embargo, la Corte Suprema desestimó la observación de Casal y cerró la causa utilizando el laconico artículo 280, que habilita al máximo tribunal “según su sana discreción y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”.
Por
