Donald Trump aseguró que recibió una invitación para reunirse con Xi Jinping, en medio de las tensiones arancelarias


El líder republicano anunció la invitación a través de una publicación en su cuenta de Truth Social, en donde también negó haber sido él quien impulsó la cumbre con el mandatario chino: “No es cierto, no estoy buscando nada! Podría ir a China, pero solo sería por invitación del presidente Xi”.

La invitación de China a Donald Trump

La relación entre ambas potencias atraviesa un período de constante tira y afloje. Luego de lo que fue el anuncio de aranceles recíprocos de Trump, sucedió un período de altas tensiones y una profundización del conflicto comercial que devino rápidamente en una tregua entre ambos gobiernos.

En este contexto – y luego de la cumbre en Estocolmo – Trump aseguró haber citado por la administración china. Sin embargo, el líder estadounidense arremetió contra la prensa de “noticias falsas” por declarar que es él el principal interesado en mantener un encuentro con Xi Jinping.

“¡No es cierto, no estoy buscando nada! Podría ir a China, pero solo sería por invitación del presidente Xi, que ya me ha sido extendida. De lo contrario, ¡no me interesa!”, afirmó en su cuenta de Truth Social, en un mensaje que busca reafirmar su dominancia en la guerra comercial.

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El mensaje de Trump sobre un posible encuentro con Xi Jinping.

El mensaje de Trump sobre un posible encuentro con Xi Jinping.

@realDonaldTrump

Por el momento, desde China no dieron más detalles de la presunta invitación. Según consignó el medio británico The Times, la invitación también habría sido extendida para Putin y se enmarcaría en el desfile en la Plaza de Tiananmen de Beijing que tiene lugar para conmemorar el final de la seguda guerra mundial.

La tregua entre China y Estados Unidos

Altos funcionarios de Estados Unidos y China se reunieron el pasado lunes en Estocolmo con el objetivo de extender por tres meses la tregua vigente en la guerra de aranceles entre ambas potencias. La continuidad del diálogo fue confirmada por medios oficiales chinos, que señalaron que el nuevo plazo busca abrir margen para alcanzar un acuerdo antes del 12 de agosto, fecha en la que expira el entendimiento actual.

La decisión de avanzar con una extensión fue resultado de gestiones diplomáticas de alto nivel entre Washington y Pekín. Según trascendió, el encuentro en la capital sueca marca la tercera ronda de negociaciones, tras las ya realizadas en Ginebra y Londres. A diferencia de las instancias anteriores, centradas en exportaciones, esta vez se sumaría a la agenda el rol de China en el suministro de precursores químicos para la fabricación de fentanilo, un tema de creciente preocupación para la Casa Blanca.

Las tratativas están encabezadas por el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y tienen lugar justo después de que Trump lograra su mayor acuerdo comercial hasta el momento: la Unión Europea aceptó un arancel del 15% sobre sus exportaciones a Estados Unidos y se comprometió a importantes compras comunitarias de energía y armamento estadounidense.

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Ambas potencias buscan extender la tregua en medio de las negociaciones arancelarias.

Ambas potencias buscan extender la tregua en medio de las negociaciones arancelarias.

“Estados Unidos y China están cerca de firmar un nuevo acuerdo comercial”, afirmó Trump desde Escocia. El mandatario estadounidense valoró su llamada del pasado 5 de junio con el líder chino, conversación que, según expresó, contribuyó a generar un “clima más distendido” entre ambos países.

China, por su parte, evitó precisar públicamente cuáles serán sus objetivos específicos para esta nueva ronda, pero remarcó que cualquier entendimiento deberá basarse en los principios de “igualdad, respeto mutuo y reciprocidad”, pilares del mecanismo bilateral de consultas. Desde su perspectiva, ese canal institucional es clave para profundizar una cooperación estratégica sin imposiciones.

Aunque no se prevé un anuncio inmediato, analistas del comercio internacional consideran probable que ambas delegaciones acuerden una nueva prórroga de 90 días para mantener la suspensión de aranceles y restricciones a las exportaciones, como la que se selló a mediados de mayo. La intención compartida es evitar nuevas medidas unilaterales que reaviven la tensión.


Fuente: Ambito