En un mensaje publicado en su red Truth Social, el presidente norteamericano escribió: “He ordenado a nuestro Departamento de Comercio que comience de inmediato a trabajar en un nuevo censo de alta precisión, basado en datos y cifras actuales y, fundamentalmente, utilizando los resultados y la información obtenidos en las Elecciones Presidenciales de 2024”.
La última pesquisa oficial fue en 2020 y, según establece la Constitución, el próximo censo nacional debería realizarse en 2030. Pese a ello, el Congreso —actualmente bajo control republicano— puede autorizar censos intermedios con fines estadísticos, aunque sus resultados no se utilizan para la redistribución de escaños ni representación.
Trump remarcó que “las personas que se encuentren ilegalmente, NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO”, reiterando una postura que ya había defendido durante su primer mandato.
La iniciativa se conoce en paralelo a una fuerte polémica por el intento de legisladores republicanos en Texas de redibujar el mapa electoral del estado, lo que podría añadir cinco nuevos escaños para su partido en la Cámara de Representantes en 2026.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el mandatario ha endurecido su política migratoria, impulsando deportaciones masivas y restricciones al asilo. Ahora, con esta nueva medida, busca también incidir en el diseño institucional y en el reparto del poder político. Especialistas advierten que, de concretarse, el recorte en el conteo censal podría tener consecuencias directas sobre el Congreso, el Colegio Electoral y la distribución de fondos y programas sociales.
Donald Trump comienza a redefinir los distritos electorales de los estados republicanos con vistas a 2026
Donald Trump se puso un objetivo claro: evitar perder al menos una de las dos cámaras del Congreso en las elecciones intermedias, algo que le ocurrió al Partido Republicano en 2018, durante el último mandato del actual presidente de los Estados Unidos.
Ante el temor de perder la Cámara de Representantes en noviembre de 2026, lo que bloquearía su agenda e incluso podría arriesgarlo a un juicio político, el mandatario solicitó al gobernador de Texas, Greg Abbott, que redefiniera los distritos electorales para garantizar a los republicanos una victoria en cinco escaños. El Partido Republicano controla la Cámara con una mayoría mínima: 219 a 212, con un quorum de 218 y cuatro escaños vacantes.
El mes pasado, Trump aseguró a la prensa: “Vamos a ganar cinco nuevos escaños en Texas, pero tenemos un par de estados más donde vamos a ganar más”.
Abbott siguió las órdenes del Presidente de inmediato, y convocó una sesión legislativa especial para aprobar el nuevo mapa de distritos. Sin embargo, los legisladores demócratas abandonaron Texas para evitar que hubiera quórum y permanecerán fuera del estado hasta que finalice la sesión, el 19 de agosto.
Fuente: Ambito