El lugar se perfila como un destino clave para el turismo con laguna, termas y un entorno natural perfecto para relajarse.
El turismo rural atrae cada vez más a quienes buscan escapadas lejos del ruido de las ciudades. En Argentina, pueblos escondidos sorprenden con paisajes únicos y propuestas llenas de historia. Uno de esos lugares se encuentra en Santa Fe y es perfecto para una experiencia de tranquilidad absoluta.
Entre lagunas, termas naturales y relatos que se remontan al siglo XVIII, este rincón santafesino se convirtió en un sitio de interés para viajeros curiosos. Además de su entorno natural, guarda secretos culturales que invitan a conocerlo en profundidad y a disfrutarlo con calma.
Dónde se ubica Melincué
Melincué se encuentra en el sur de la provincia de Santa Fe, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Rosario. Su principal atractivo es la laguna de Melincué, reconocida internacionalmente como sitio Ramsar por su valor ecológico. El entorno natural y la calma del lugar lo vuelven ideal para quienes buscan descansar en contacto con la naturaleza.
Además, el pueblo conserva un aire histórico que lo distingue de otros destinos. Sus calles tranquilas, su cercanía a reservas naturales y la presencia de un museo local ofrecen un combo perfecto para quienes desean escapar de la rutina.
Qué se puede hacer en Melincué
El gran protagonista de Melincué es su laguna, rodeada de paisajes que cambian de color según la hora del día. Allí, los visitantes disfrutan de actividades como paseos en bote, avistaje de aves y caminatas relajadas por la costa. El barro termal y las aguas cálidas atraen a quienes buscan experiencias de bienestar.
El turismo cultural también tiene su espacio en Melincué. El Museo Histórico y Cultural guarda piezas del pasado y relatos que conectan al visitante con la época colonial. Entre ellos, se destacan los restos de un fortín del siglo XVIII, que funcionaba como defensa ante ataques indígenas.
Para los más aventureros, los alrededores ofrecen senderos para recorrer en bicicleta o a pie. El contacto con la fauna local convierte cada paseo en una experiencia única. Y para quienes buscan relajarse, la tranquilidad de las termas naturales es una opción inigualable.
Finalmente, la gastronomía local sorprende con platos regionales que rescatan sabores tradicionales. El pescado de la laguna y las recetas caseras transmitidas de generación en generación hacen que cada comida se transforme en un recuerdo inolvidable.
Cómo ir hasta Melincué
Llegar a Melincué es sencillo tanto en auto como en transporte público. Desde Rosario, el viaje por la Ruta Nacional 33 y la Ruta Provincial 93 lleva poco más de tres horas. Para quienes parten desde Buenos Aires, el trayecto demanda unas cinco horas por la Ruta Nacional 7 y luego la conexión con rutas provinciales.
También existen servicios de colectivos que conectan la región con diferentes ciudades de Santa Fe. Una vez en el pueblo, todo queda cerca, lo que facilita los recorridos a pie y permite disfrutar del paisaje sin apuro.
Fuente: Ambito