Hace unos días, Federico Sturzenegger dijo que “para cada necesidad, habrá un mercado”, “Genial frase” según el retuit de Milei.
Dolorosa frase en una semana en la que se dió de baja el programa Procrear y por tanto no quedará más que ir al mercado inmobiliario y en el que la Justicia ordenó, algo que no acatará este gobierno, retomar la obra pública en los barrios populares, villas y asentamientos.
La Iglesia Católica celebró el domingo pasado la VIII Jornada Mundial de los Pobres, instituida por Francisco para recordar la centralidad del oprimido en el mensaje cristiano. Este año, bajo el lema “la oración del pobre sube hasta Dios, una frase del eclesiástico, libro judío del Antiguo Testamento.
En el mensaje que Francisco escribe nos recuerda, tomando otra frase de dicho libro sagrado, “que Dios está impaciente hasta extirpar la multitud de los prepotentes y quebrar el cetro de los injustos” (cap.35, vers 21/22)
Uno no suele imaginar a Dios impaciente, pero así pareciera que debe estar frente al accionar de este gobierno que arremete, prepotea y no solo ejecuta políticas que cercenan cotidianamente derechos populares sino que cínica y cruelmente se regodea en ello.
En lo personal este desprecio cotidiano me duele casi más que el cierre de tan importantes políticas públicas. La semana pasada, Marcelo Colombo, un cura de pueblo, fue elegido como Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. En sus primeras declaraciones recordó que “la economía es con la gente adentro”.
Ojalá se nos contagie y pronto la impaciencia divina frente a tanto prepotente, frente a tanto atropello, para que más pronto que tarde donde haya una necesidad haya un hermano/a, un compañero/a, un Estado presente.
En definitiva esa es la batalla cultural y religiosa a dar contra las pretendidas “fuerzas del Cielo” ahora devenidas en fuerzas de choque, brazo armado de Javier Milei, según las propias palabras del gordo Dan.
¡Cómo me recuerda a la triple A!, tremendo y muy peligroso. Todos llevan el dictadorzuelo adentro no solo el jefe de la banda.
El autor es cura opción por las y los pobres