Dos hipótesis para la pareja muerta en San Antonio de Areco | Nadie duda de que fue un femicidio



La investigación sobre la muerte de Florencia Revah (32) y Esteban Alejandro Suárez (45) avanzó en la reconstrucción de las horas previas al momento en que la entonces ya expareja fue encontrada sin vida en un auto en San Antonio de Areco, a casi un kilómetro de la Ruta Nacional N°8.

Con los peritajes preliminares, las hipótesis que maneja el fiscal de la UFI N°6 de Mercedes, Luis Emilio Carcagno, coinciden en que se trató de un femicidio seguido de suicidio. Mientras que Revah tenía cinco impactos de bala –uno de ellos en el cuello–, Suárez tenía uno en la sien. El caso está siendo investigado bajo la carátula “homicidio de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género“.

La mujer ya había denunciado a Suárez por violencia de género en dos ocasiones –en el 2021 y este año–, aunque ya no tenía restricciones de acercamiento. Personas del entorno de Revah señalaron que Suárez era celoso y que tenían una relación tóxica. Habían vuelto a estar juntos a fin de año, pero se volvieron a separar hace unos meses, después de la denuncia, según indicaron.

Hipótesis

Según registros preliminares de cámaras de seguridad, el sábado por la noche Florencia Revah había dejado su vehículo en una estación de servicio de Nordelta y luego se habría encontrado con su expareja. Suárez habría conducido su propio auto desde Tigre, donde ambos vivían, por la ruta 8 hasta llegar a San Antonio de Areco.

Allí dobló hacia un camino rural poco transitado –conocido como Yegua Muerta– y estacionó bajo un árbol. El Chevrolet Onix blanco pasó por la estación de La Arena a las 7:10 de la mañana y por el peaje de Solís a las 10:15, según los registros de peaje. Se estima que durante ese lapso de tres horas es posible que la joven de Nordelta haya sido asesinada.

Una hipótesis reciente indica que el hombre asesinó a la mujer durante una pelea en el interior del auto. Cuando lo encontraron, el vehículo estaba cerrado y tenía un orificio de bala en el vidrio de la puerta trasera del lado del conductor. Tanto dentro como fuera, se encontraron proyectiles. Sin embargo, la tapa de carga de combustible estaba abierta y tenía un trapo colgando. Los investigadores creen que su primer idea fue incendiar el auto y huir, pero la terminó descartando.

La Fiscalía ordenó el relevamiento de cámaras de peaje y de la ruta para reconstruir el recorrido. Si bien el auto apareció dentro de San Antonio de Areco, las autoridades municipales resaltaron que no está confirmado que el crimen se haya cometido allí. El secretario de Seguridad de la ciudad en un primer momento consideró que el asesinato había ocurrido en otro lugar y no había sucedido en el auto, ya que “no había sangre en el asiento” y ella estaba tapada con plásticos y camperas. De todas formas, el hombre la pudo haber tapado antes de suicidarse. Así, todavía ambas hipótesis están en investigación.

Con esas sospechas, se hicieron allanamientos en Tigre –uno en la casa y otro en el trabajo del hombre, y uno en la casa de ella–, donde se preservaron elementos, pero no se identificó la escena primaria del crimen.

Antecedentes penales

Suárez fue uno de los tres condenados por el asesinato de Claudio “La Clotta” Lanzetta, un reconocido relacionista público. El crimen ocurrió en octubre de 2001 en el departamento de la víctima ubicado en Palermo durante un supuesto encuentro con varios jóvenes de Tigre. 

Un amigo de la víctima que estuvo presente esa noche –Gustavo Guga Pereyra-– reconoció que les tendieron una trampa para robarles y que dispararon por error en medio de un forcejo. Intentaron huir hacia la Costa Atlántica, pero el asesino y sus cómplices fueron detenidos en Panamericana y 197.

En marzo del 2003 la causa llegó a juicio y fueron condenados: Marcos Araujo, a 15 años de prisión; Matías Elorza, a 13 años y Suárez, a 10 años. El cuarto imputado, Gastón Rosas, quien delató a Araujo de ser el autor material del asesinato, fue absuelto luego de haber estado casi dos años en la cárcel.

Pocos años después de cumplir su pena, volvió a ser condenado. En 2019 fue penado por cometer violencia de género, lesiones agravadas y amenazas a su entonces pareja. No se trataba de Raveh, sino de una mujer que trabajaba en una estación de servicio de Escobar. Ella hizo la denuncia porque la agarró del cuello y la amenazó con cortarle la cara con un cuchillo si no volvía con él. Por este hecho estuvo encarcelado durante un año y salió en junio de 2020.

Informe: Natalia Rótolo.

Fuente: Pagina12

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