La derrota electoral en la Ciudad de Buenos Aires podría acarrear otras consecuencias políticas serias para el futuro del PRO más allá de la General Paz: hoy habrá una reunión del bloque de diputados nacionales, donde los más fervientes afines al gobierno libertario irían al debate interno con la propuesta de la fusión con La Libertad Avanza, bajo la amenaza de romper y hasta de disputar el sello partidario en el tablero legislativo; mientras el jefe de la bancada Cristian Ritondo, intentará transitar un delicado y peligroso equilibrio para sostener unido al grueso de la tropa partidaria en la Cámara baja, mientras negocia un acuerdo electoral con el mileismo en territorio bonaerense y con Mauricio Macri marginado de la mesa de negociación. Una fisura que ya mostraron los diputados amarillos durante la discusión en comisiones sobre el aumento a los jubilados y la moratoria previsional –con diferencias y firmas en diversos dictámenes— que podría transformarse en fractura tras la caída de su bastión electoral en manos de la ultraderechista fuerzas del cielo.
El triunfo de LLA en CABA, envalentonó a los diputados amarillos que tributan a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la ex dirigente partidaria del PRO que saltó a las filas violetas, y consideran que ya no hay tiempo para indefiniciones. Al tiempo que aceleran un acuerdo sumiso y sometido a las condiciones que impone LLA y ya no en condiciones de fuerzas políticas pares. Le reclaman a los macristas que lo resistieron una rendición incondicional: “Se suman o se van”, advierten.
Del otro lado de la trinchera partidaria, aún resisten. “Yo no creo que el Pro esté terminado; es un espacio político que sigue apostando al cambio y la renovación”, expresó ayer en declaraciones radiales María Eugenia Vidal, la jefa de campaña del oficialismo porteño que salió tercero con el 15 de los votos en los comicios del domingo en la Ciudad. Vidal será una de las diputadas que discutirá hoy puertas adentro la supervivencia o la ruptura del bloque amarillo en la Cámara baja.
De manera casi unánime, los diputados PRO coinciden en la necesidad de aliarse electoralmente a los libertarios para sobrevivir a la crisis propia. Incluso, en plena pelea con la LLA en la Ciudad, lamentaban que no se hubiera llegado a un acuerdo.
La división en el macrismo pasaba por las condiciones en que se llevaría a cabo el pacto electoral. Una tarea en la que ya fracaso de Mauricio Macri, que propiciaba un acuerdo entre partidos a nivel nacional –rechazado por la armadora libertaria Karina Milei– y que ahora quedó ceñido solo a la posibilidad de cerrarlo en la provincia de Buenos Aires.
Tras la derrota en su propio distrito insignia, el ex presidente preparó las valijas y se fue de viaje por 15 días por el exterior. Antes, le encomendó a Ritondo, presidente del PRO bonaerense, que avance en un acuerdo entre partidos en ese distrito para enfrentar al peronismo. Una idea que el propio Milei desechó tras el triunfo en CABA y que para consolidar su liderazgo en la derecha vernácula aspira a fagocitar a los dirigentes amarillos para intercalarlos en la boleta violeta que competirá en el territorio.
Como jefe de bloque, Ritondo deberá afrontar hoy el debate interno entre los diputados nacionales sobre la estrategia que adoptarán en medio de las amenazas de ruptura, que el mandamás de la bancada busca evitar. Si logra el objetivo de mantener una tregua frágil y la tropa unida, Ritondo podría ir (junto a Diego Santilli) con un saldo a favor a la mesa de negociación con Santiago Parejas –el armador libertario bonaerense que responde a Karina Milei— aunque con escasas expectativas por lograr un acuerdo más o menos equitativo. Un encuentro que está previsto para esta misma semana.
Los diputados PRO que tomaron cierta distancia de la puja interna, tienen su propia interpretación sobre la posibilidad de ruptura en el bloque amarillo. “No veo en el bloque que haya diputados que planteen esa posibilidad, salvo que alguien busque forzarla desde afuera”, dijo uno de ellos a PáginaI12 y le puso nombre propio a quien tiene esas intenciones: “Patricia Bullrich”. De todas maneras, en sus propios cálculos, no llegaría a la decena los diputados PRO que responden incondicionalmente a la ministra de Seguridad de Milei.
“La realidad política no es igual en todos los distritos y provincias. Mucho dependerá de las expectativas personales de cada uno”, insistieron ante este diario. La referencia era sobre los que terminan su mandato en diciembre y buscan la renovación de sus bancas en lugares expectantes en las boletas. La lista incluye a 21 de los 35 diputados que tiene el PRO en la Cámara baja y 8 de ellos corresponden a la provincia de Buenos Aires: el único distrito en que podría alcanzar un acuerdo que se extienda a la elección nacional. Los otros 13 que terminan su mandato son de diferentes provincias en las que no habrá acuerdo alguno, salvo que decidan individualmente pintarse de violeta para tener un lugar en las listas libertarias de octubre, como aspira Milei.