La decisión de Jorge Macri de anunciar a fines de diciembre el desdoblamiento de las elecciones a legisladores porteños descolocó a todos los espacios políticos y obligará a un reacomodamiento de las maquinarias electorales para el año que viene. Una ronda de consultas de este diario indica que ningún sector político tiene en mente quiénes serán las cabezas de lista de la elección local, ni siquiera el PRO. No obstante, en La Libertad Avanza tienen en claro que los principales perjudicados son ellos, que no podrán contar con el “efecto arrastre” de los candidatos nacionales. Por eso salieron a criticar al jefe de Gobierno como lo criticaron. En Unión por la Patria había menos enojo: sean unificadas o desdobladas, irán por el porcentaje del electorado porteño que históricamente no vota a la derecha (y a la ultraderecha).
Además de haber estrenado como vocera a Laura Alonso, Jorge Macri anunció un paquete de reformas del Estado, impuestos, que vinieron de la mano de la separación de las elecciones porteñas de las nacionales. El jefe de Gobierno hizo eje en la autonomía de la Ciudad: “Necesitamos contar con legisladores que defiendan los intereses de la Ciudad y no que jueguen a ocupar un lugar en una lista,
que estén comprometidos, por ejemplo, con los 5 mil millones que aún le
deben a los porteños por la deuda de la coparticipación, casi la mitad
del presupuesto de todo un año”, remarcó el jefe de Gobierno, que de paso se ocupó de preguntar qué posición tienen los legisladores sobre esta deuda (un tiro por elevación a La Libertad Avanza, cuyo gobierno no acordó aún una forma de devolver ese dinero).
No fue el único ataque a los libertarios que hizo Jorge Macri. También le apuntó a Patricia Bullrich, que había salido a criticarlo por el desdoblamiento incluso antes de que lo anuncie: “Algunos dirigentes están muy preocupados por el costo de una elección
desdoblada”, comentó Macri, para luego explicar lo que se ahorraría con su otro anuncio: el de suspender las PASO porteñas, una decisión que requiere de 40 votos en la Legislatura. Si no se consiguen, las primarias serán el 27 de abril y las generales, el 6 de julio. “No me gusta que me inviten a ser parte con un condicionante absoluto. ‘Es como yo digo o no es nada’. La vida no es así”, agregó.
Y hubo una alusión envenenada a los legisladores de Karina Milei y de Bullrich cuando agradeció a quienes le votaron el Presupuesto 2025 (ambos sectores se lo boicotearon). En ese ataque a la ley de leyes -y también al Código Urbanístico- hay que buscar el origen de la decisión de desdoblar las elecciones: Jorge Macri llegó a la conclusión de que no puede perder una sola banca a manos de los libertarios y que el escenario más seguro para el PRO es mantener separadas las elecciones para impedir que un candidato de peso de LLA arrastre una lista de legisladores ignota.
Recalculando
Con esta decisión el jefe de Gobierno obligó a todos los espacios políticos a recalcular sus campañas y a dividir sus esfuerzos (y sus candidatos) en dos elecciones consecutivas, una en julio y la otra en octubre.
No obstante, es notorio que fue una decisión tomada al filo de fin de año y para la que el PRO no se venía preparando. De hecho, nadie en el partido tiene idea de quién será la figura que encabece la boleta porteña. Una incógnita que, hoy por hoy, comparten todas las fuerzas políticas: nadie estaba preparado para este escenario.
Nombres para una posible elección nacional ya hay dando vueltas: de La Libertad Avanza, se menciona a Karina Milei para senadora, a Patricia Bullrich (aunque ella no quiere) y a Manuel Adorni. Y desde el PRO existe alguna posibilidad de que Mauricio Macri sea candidato a senador y que María Eugenia Vidal vaya por la cabeza de la lista de diputados. Todos pesos pesados. En cambio, si se pregunta por las boletas porteñas, suenan los grillos ante el silencio.
“Será alguien de Jorge Macri, alguno conocido que pueda encabezar”, decían en las filas del PRO. Habrá que ver cuánto de la decisión corre por cuenta del jefe de Gobierno y cuanto se mete Mauricio Macri, que viene teniendo una injerencia cada vez mayor en el gabinete porteño. Hay quien piensa que el desdoblamiento también implica un gesto de autonomía ante la lapicera de Mauricio, que seguramente se concentrará en las listas nacionales.
Libertarios enojados
Está claro que esta jugada política tiene un destinatario principal: La Libertad Avanza. Y los dirigentes de Milei respondieron con el enojo correspondiente a una jugada que los deja sin el efecto arrastre. La critica central fue, por supuesto, cuestionar el gasto que representa. “El Gobierno de la Ciudad no entiende las prioridades de los porteños. Tal vez porque muchos de ellos, incluido el Jefe de Gobierno, no lo son”, le enrostraron en un texto que firma Pilar Ramirez, la jefa de bloque cercana a Karina Milei. “Se equivocan si creen que con este ‘ventajeo electoral’ perjudican a nuestro partido, solo logran poner en evidencia al oficialismo porteño subestimando y cansando a los votantes. Aunque algunos no quieran, La Libertad Avanza en CABA”, remarcaron.
Por si alguien está distraído: las posibilidades de un acuerdo electoral entre LLA y el PRO en la Ciudad tienden a cero. Van a chocar y se van a disputar el electorado para ver cual de los dos sobrevive. Además de las críticas reiteradas, ante este diario los libertarios porteños que responden a Karina Milei indicaron que todavía no tienen pensados candidatos: “Falta tiempo para la elección, ahora se está trabajando en fortalecer el partido en la Ciudad, seguir sumando afiliados, voluntarios y cumplir con el compromiso que tomamos con los porteños”, dijeron a este diario.
Ante cada espacio político la respuesta es la misma, lo que deja la sensación de que Jorge Macri los agarró a todos con los pantalones abajo. La ventaja con la que cuentan es que tienen muchas menos bancas en juego en esta elección: se les vencen 4. Contra las 12 que pone en juego el PRO, si se cuentan también a sus aliados.
Los aliados
También la decisión mostró el posible marco de alianzas que puede construir Jorge Macri para el año que viene. Se sabe que Horacio Rodríguez Larreta construyó su hegemonía en la Ciudad a fuerza de fagocitar a cada sector opositor. Ahora hay que ver qué construcción decide hacer Jorge Macri. Los radicales, por lo pronto, suenan como posibles aliados: sin un acuerdo con el PRO, el partido centenario la tiene dificil en la Ciudad, sobre todo si se tiene en cuenta que entre el PRO y LLA puede comerse casi todo el electorado afín al radicalismo. Por eso, no debería ser sorpresa que el jefe de la UCR porteña, Martín Ocampo, haya acompañado la decisión: “Es bueno para la
autonomía de la Ciudad”, dijo el ex ministro de Justicia de Larreta.
Lo mismo corre para la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, que apoyó la medida tomada por Jorge Macri. No solo respaldaron el desdoblamiento, sino la suspensión de las PASO. En cambio, Graciela Ocaña cuestionó esto último, lo cual pone en serias dudas que puedan reunir los 40 votos para que las primarias no se hagan.
Unión por la Patria
En Unión por la Patria parecieron tomarse con mayor calma la decisión de Jorge Macri. Hay una explicación lógica: el arrastre o no de las figuras nacionales en lo que es el electorado porteño no parece perjudicarlos tanto como a los libertarios. Si se votan juntas o separadas, siempre hay un porcentaje del electorado (oscila entre un 20 y un 30 por ciento) que va a ir a buscar una alternativa que no sea de derecha o ultraderecha. En ese sentido, la construcción opositora a ambos de Unión por la Patria se hará en un escenario o en otro. Otra cosa es que definan los candidatos, algo para lo que todavía falta.
Esto no quiere decir que no hayan criticado la decisión. La legisladora Claudia Neira destacó que “el desdoblamiento de las elecciones y la suspensión de las PASO en la Ciudad muestran a un Jefe de Gobierno que no entiende los problemas de los porteños ni tiene idea de cómo solucionarlos.
Jorge Macri desdobla las elecciones con la excusa de discutir los problemas de los porteños, pero por hacerlo mal y tarde, ambas campañas (la local y la nacional) se van a superponer: así, la discusión sobre la Ciudad queda igual de absorbida por los temas nacionales”.
Es decir, en este caso la crítica es por no haber separado más las dos elecciones. Son contrastes de una decisión que dejó a todo el mundo ajustando el GPS político.