Ejercitarse de forma frecuente puede reducir en gran medida los riesgos y prolongar el bienestar y la salud.

Una gran forma de realizar entrenamiento es caminar a paso ligero.
En la vejez no es muy frecuente que las personas realicen actividad física regular y mucho menos una detallada rutina de entrenamiento. Según los expertos, la velocidad de la marcha ya sea al caminar o trotar, puede influir enormemente en beneficios para la salud.
En los estudios realizados por Wei Zheng, director del Centro de Epidemiología de Vanderbilt y la profesora de Medicina Anne Potter Wilson, en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, Nashville, Tennessee, se llegó a la conclusión que con 15 minutos de una caminata rápida por día era suficiente actividad para prolongar el bienestar de los adultos mayores y la longevidad.
El entrenamiento ideal para la salud cardiovascular, según los expertos
Al llegar a la vejez resulta difícil encontrar un entrenamiento accesible para realizarlo de manera regular. Los músculos, huesos y articulaciones suelen estar más expuestas al riesgo. Por eso, el simple ejercicio de caminar es muy productivo y saludable para los adultos mayores.
Ahora bien, aumentar la velocidad de esa marcha trae mayores beneficios que caminar lento. Por eso se recomiendan caminatas de 15 minutos, siempre y cuando se sostenga un ritmo ligero de marcha.
El primer tramo del estudio fue realizado entre 2002 y 2009, centrados en personas de bajos ingresos, y 16 años más tarde se hicieron los análisis correspondientes.
Los beneficios de una caminata rápida
Quienes caminan a mayor velocidad, experimentan una reducción cercana al 20% en la mortalidad prematura en comparación con quienes caminan más lento. Y mientras más rápido se camina, mayores son los resultados para la salud.
Los beneficios principales son: el control del peso y los niveles de azúcar en sangre, la reducción de riesgo de cáncer y la mejora en las funciones inmunológicas. Adicionalmente, la salud vascular se ve favorecida, ya que los vasos sanguíneos se relajan y dilatan con mayor facilidad, lo que contribuye a disminuir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Ambito