A medida que envejecemos, el cuidado de nuestra salud se hace cada vez más importante, y el ejercicio tiene un rol fundamental.
Así como aumentó fuertemente la expectativa de vida gracias a la calidad y la medicina, también es cierto que las nuevas costumbres han llevado a la humanidad a ser cada vez más sedentaria, y esto comienza a generar repercusiones, sobre todo en la vejez. Por eso, no hay mejor remedio que el entrenamiento para prolongar el buen estado de salud y la longevidad.
Según recientes estudios de profesionales de la salud, sobre todo en el ámbito de la neurociencia, se descubrió que la salud del cerebro está fuertemente relacionada al bienestar. El ejercicio cardiovascular es una de las herramientas fundamentales para la longevidad y prolongar el bienestar físico y mental.
Qué es la zona 2 y por qué debe ser fundamental en tu entrenamiento
Si bien el envejecimiento no se puede evitar completamente, es verdad que se pueden retrasar sus efectos gracias a los cambios de hábitos en cuanto a una mayor actividad física y una alimentación balanceada y saludable. Según los expertos en salud, todos deberíamos hacer entre 150 y 200 minutos en zona 2, y así mejorar la salud cardiovascular y cerebrovascular y otros aspectos relacionados a la longevidad.
Entrenarse en zona 2 quiere decir al 60 o 70% de la Frecuencia cardíaca máxima (FCM). Esto favorece la resistencia, mejora el uso de la energía, acelera la recuperación y reduce el riesgo de lesiones o desgaste físico.
El método de cálculo de la zona 2 es 220 menos la edad. Entonces, una persona de 60, debería tener una frecuencia máxima estimada de 160.
Y después, en base a ese resultado, se calcula cómo se trabajará en intensidad. Entonces, un 60 o 70% equivaldría a una frecuencia de entre 96 y 108 pulsaciones por minuto. Ahí, se estaría entrando en zona 2. Se puede alcanzar con distintas actividades como caminatas, bicicleta, trote ligero.
Fuente: Ambito