En la adultez mayor se puede contar con un entrenamiento regular para prolongar el bienestar físico y psicológico con una vida fitness.
Llegar a la vejez no significa tener que optar por el reposo en vez del movimiento. Una rutina de entrenamiento, con al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada puede significar más movilidad, autonomía, mejor estado de ánimo y hasta prevención de enfermedades cardiovasculares o crónicas.
Además, existen muchas formas accesibles de realizar un buen entrenamiento. Se puede salir a hacer caminatas ligeras, trotes suaves, andar en bici, nadar, o bien, para las personas con movilidad más reducida o con muchos años de edad, sólo se necesita una silla y un pequeño espacio dentro de la casa.
Cómo se hace la marcha sentada, el ejercicio ideal para los mayores
Existe un método de ejercicios clave para mantener un peso saludable, preservar la salud ósea y articular, especialmente en personas mayores de 60 años, conocido como Marcha Sentada. Es accesible para todos y se puede realizar simplemente sentado en una silla. Es considerado un entrenamiento de bajo impacto, por lo que casi no tiene riesgo para las articulaciones y los huesos.
La marcha sentada no requiere equipamiento especializado ni amplios espacios y es ideal para realizar en casa. Es apto para personas de todas las edades y condiciones físicas. Para realizarla, solo se necesita una silla estable. La postura es fundamental: con la espalda recta y apoyada en el respaldo, los hombros atrás y el pecho abierto, las piernas deben formar un ángulo de 90 grados.
El movimiento consiste en levantar una pierna y luego la otra, alternándolas, mientras los brazos acompañan a un ritmo similar. Este ejercicio activa el sistema cardiovascular, fortalece los músculos de las piernas y mejora la coordinación.
Los beneficios de una vida fitness con entrenamiento regular
Los beneficios de la marcha sentada no se reducen solamente a la quema de calorías, sino también contribuyen a mejorar la salud cardiovascular al aumentar el ritmo cardíaco de manera controlada. Además, como no genera impacto en las articulaciones, es una opción segura para personas con problemas articulares o riesgo de osteoporosis.
Por otro lado, también tiene beneficios comprobados en la salud mental, el ejercicio puede reducir síntomas de depresión y ansiedad, mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño.
Fuente: Ambito