En las últimas horas se revelaron los mensajes de Whatsapp entre el juez Ernesto García Maañón, de 76 años, y su secretaria de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro, quien lo denunció por abuso sexual y abuso de poder.
La causa iniciada en julio de este año incorporó al expediente las conversaciones aportadas por la denunciante, que trabajaba en la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro desde 2016. Actualmente la mujer se encuentra con licencia psiquiátrica por trastornos de ansiedad. “Lloro todo el tiempo, me angustia pensar que puede tomar represalias”, expresó en su denuncia.
Por su parte el magistrado señalado presentó la renuncia a su puesto y espera que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, decida sobre su futuro.
En los mensajes se lee cómo el acusado se refiere constantemente al físico y a la vestimenta de su secretaria, conocida como G.B.S., e incluyen invitaciones a salir o a encuentros fuera del horario y el ámbito laboral. Textos como “los pantalones te quedan muy bien. Hoy lo comprobé”, “mi aplauso en tu estado con el vestido plateado” y supuestos consejos como “pelo suelto y el traje negro escotado con mini que llevaste el martes pasado”, son algunas muestras.
Si bien en algunas ocasiones G.B.S. contestó de forma amigable, algunas respuestas como “Parece que mi sinceridad no tuvo efecto. Me escuchaste cuando te hablé. NO ESTOY DISPONIBLE EMOCIONAL NI FÍSICAMENTE” demostraron el agotamiento de la situación, expuesto también por las mayúsculas. En la denuncia, la secretaria afirma que el vínculo con su jefe se intensificó en febrero de 2025, cuando Maañón empezó a enviarle mensajes de índole personal cada vez más inadecuados para el ámbito laboral, con un notable grado de sexualización.
La gota que rebasó el vaso para G.B.S. fue cuando el juez afirmó en un grupo institucional de Whatsapp que ya no quería trabajar con ella por errores del pasado, a lo que ella contestó reenviando un audio que el mismo Maañón le envió en abril donde le confesaba su “atracción sexual”. En ese momento G.B.S decidió denunciar los hechos.
La presentación formal de la mujer fue ante la Subsecretaría de Control Disciplinario del Máximo Tribunal de la provincia de Buenos Aires, lo que derivó en la intervención de Julio Conte Grand, el Procurador General bonaerense. En este contexto se decidió abrir una Investigación Penal Preparatoria liderada por el fiscal José Amallo.
Fuente: Pagina12