En la previa a un paro de transporte para rechazar la privatización de Aerolíneas Argentinas, el oficialismo retomará la agenda para avanzar en el Congreso con la ley para que la aerolínea de bandera vuelva a ser privada, como lo fue en sus peores años. El proyecto volverá a reactivarse en comisiones de Diputados, mientras el discurso privatizador sigue a la orden del día y el Gobierno sostiene medidas disciplinadoras como la expulsión de Pablo Biró del directorio. Detrás, también está uno de sus aliados: Mauricio Macri ve que la privatización viene demasiado lenta y reclama a través de sus alfiles que le pongan velocidad a la venta de la aerolínea.
La iniciativa del oficialismo para privatizar Aerolíneas, más allá de que siempre fue su intención de fondo, estuvo atada al conflicto aeronáutico. Cuando hubo paros u otras medidas de fuerza, el Gobierno amenazó con acelerar la privatización. Si el conflicto entra en un impasse, también ocurrió lo mismo con los ánimos privatizadores. De hecho, desde el plenario de comisiones de Presupuesto y Hacienda del 25 de septiembre que el tema no se mueve en Diputados.
A ese encuentro, fueron el vicejefe José Rolandi y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, que expresaron la intención del Gobierno de avanzar con la privatización. Unos días más tarde, el 2 de octubre, el presidente Javier Milei emitió un decreto en el que declaró a la empresa “sujeta a privatización“, una boutade, dado que sigue necesitando la autorización del Congreso. Y en el Congreso nada volvió a moverse.
Pero ahora el oficialismo se sacará la modorra y volverá a plantear la privatización de la empresa en un nuevo encuentro de comisiones previsto para el martes a las 11. Esta vez serán las comisiones de Transporte y de Presupuesto las que tratarán los distintos proyectos de privatización que andan circulando.
“Si el Congreso dice que no, vamos a avanzar con una transferencia a los empleados. Ahí van a tener que recoger el guante y quedan ellos a cargo de la empresa”, apuntó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, durante el fin de semana. “El mercado aerocomercial se está desregulando. Hoy se conoció la noticia sobre una empresa que está anunciando que volará a ciudades más chicas, como Olavarría. American Jet está aumentando en 10 aviones su flota. Hay una revolución que llevará a conectar ciudades intermedias argentinas. Está ocurriendo, es súper interesante”, se maravilló el funcionario, quien destacó: “Ojalá en ese mercado aerocomercial mas vibrante y con conectividad haya interesados por Aerolíneas Argentinas”. Y luego confirmó que el plan del Ejecutivo sigue siendo desprenderse de la aerolínea de bandera a como de lugar.
No obstante, la lentitud para avanzar con el tema viene poniendo ansioso a uno de los aliados de Milei, Mauricio Macri, quien se muestra particularmente interesado por que el tema avance. El expresidente mandó a sus diversos negociadores a reclamar que el Gobierno le ponga quinta a la privatización.
No es la única privatización que Macri ve que viene lento. Durante el fin de semana, compartió un artículo que escribió Eduardo Plasencia, ex funcionario de la Dirección Nacional de Vialidad durante su mandato, en el que se enfatiza la “urgencia” de privatizar las rutas. El texto alude al proyecto del Gobierno para pasar a manos privadas la empresa estatal Corredores Viales SA.
Muchas veces, el expresidente usa estas opiniones para criticar de forma indirecta a Mogetta, cuya gestión considera que es mediocre. Él hubiera preferido a Guillermo Dietrich en ese cargo, algo que cada tanto reflota sin éxito.
Pero donde Macri ve que el trámite viene exasperantemente demorado es con Aerolíneas. Por eso quiere que se traten los proyectos y especialmente el que presentó el ex interventor (y vaciador) de medios públicos Hernán Lombardi. No es el único proyecto que existe: hay otro de Juan Manuel López y el resto de la bancada de la Coalición Cívica y también está el del Poder Ejecutivo, también para aprobar la declaración de privatización de Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima.
La búsqueda de privatización de la aerolínea de bandera se da en medio de distintos intentos de disciplinar a los sindicatos, lo que incluyó que la Asamblea de Accionistas de Aerolíneas echó del Directorio de la empresa al sindicalista Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), por entender que “con su accionar perjudica a la compañía”. Lo llamativo fue que lo echaron por cumplir con su rol como gremialista. El gremialista anunció que impugnará la Asamblea ante la Justicia.
Biró, además, había sido denunciado por el Ministerio de Seguridad de la Nación en la segunda semana de septiembre, acusado de haber cometido un acto ilícito bajo la figura del delito de amenazas extorsivas, contemplado en el artículo 149 bis del Código Penal, por haber dicho: “Esto se va a poner mucho peor”, luego de que el Gobierno anunciara que iba a declarar el transporte aéreo como esencial, algo que luego fue revocado por el Poder Judicial. Hay que decir que la denuncia de Patricia Bullrich fue desestimada por el fiscal federal porteño Franco Picardi, que determinó que debe cerrarse por inexistencia de delito.
Todo parece ser válido bajo el afán privatizador.