Un video viral muestra cómo una propuesta de matrimonio en Santorini se volvió caótica por la intervención inesperada de un turista con chocolate.

En la era de las redes sociales, cualquier instante puede volverse viral, incluso si termina en desastre. Así le ocurrió a una pareja en Santorini, Grecia, cuando su romántica pedida de matrimonio fue interrumpida por un gesto inesperado que involucró nada menos que un chocolate.
El momento, que buscaba ser perfecto y memorable, se convirtió en un episodio insólito captado por cámaras y turistas curiosos. Lo que debía ser un recuerdo íntimo acabó siendo una anécdota global que ya circula en millones de pantallas.
Un momento único arruinado por el turismo: los infiltrados en el video
La postal soñada estaba lista: el sol cayendo sobre el mar Egeo, las cúpulas blancas de Santorini y una pareja lista para sellar su compromiso. Sin embargo, la magia del instante se vio interrumpida cuando un grupo de turistas irrumpió en la escena, buscando la mejor toma para sus propias redes sociales.
Entre los curiosos, un hombre decidió sumarse al momento de forma peculiar. En lugar de mantenerse al margen, se acercó demasiado al espacio privado de la pareja y, sin previo aviso, ofreció un chocolate a la mujer justo cuando su pareja se arrodillaba para proponerle matrimonio.
La situación generó una mezcla de incomodidad y risas nerviosas, mientras el futuro prometido intentaba recuperar el hilo del momento. Pero el video, ya grabado por varios celulares, mostró con claridad cómo la escena íntima se transformaba en un espectáculo público.
Los testigos, lejos de intervenir para preservar la privacidad, continuaron grabando y publicando en sus perfiles, multiplicando el alcance de la situación y convirtiéndola en uno de los clips más comentados de la semana.
La reacción de los usuarios de las redes sociales al video viral
En plataformas como TikTok, Instagram y X, las opiniones se dividieron. Algunos defendieron el carácter cómico del episodio, asegurando que el gesto del chocolate daba un toque de “espontaneidad” a la propuesta.
Otros, en cambio, criticaron el irrespeto de los turistas y señalaron cómo el exceso de grabaciones y la invasión de la intimidad arruinan momentos irrepetibles. Lo cierto es que el video ya acumula miles de interacciones y confirma que, en tiempos de internet, ningún instante es completamente privado.
Fuente
Ambito