El turismo en el norte argentino sorprende con destinos poco explorados que guardan una historia única. Tal es el caso de Londres, un pequeño pueblo de Catamarca que, pese a compartir nombre con la capital británica, esconde tradiciones locales, paisajes de montaña y un legado cultural que atrae cada vez a más visitantes.
Su nombre particular genera curiosidad entre quienes llegan por primera vez, y detrás de él, hay una historia ligada a la época colonial que lo convierte en uno de los pueblos más singulares del país.
Dónde se ubica Londres
Londres se encuentra en la provincia de Catamarca, a pocos kilómetros de Belén. Fundado en 1558 por Juan Pérez de Zurita, debe su nombre a un homenaje a la reina María Tudor de Inglaterra, esposa del rey Felipe II de España. Por eso, aunque pueda sorprender, es uno de los pueblos más antiguos de la Argentina y lleva el mismo nombre que la famosa capital europea.
Rodeado por la cordillera del Ambato y atravesado por ríos y arroyos, Londres combina naturaleza e historia en un entorno que invita tanto a la calma como a la aventura.
Qué se puede hacer en Londres
Los visitantes pueden recorrer el sitio arqueológico de El Shincal de Quimivil, considerado la “Machu Picchu argentina”, que fue un importante centro administrativo inca y conserva plazas, caminos y restos de edificios ceremoniales.
Además, Londres es un punto ideal para disfrutar de actividades al aire libre como caminatas, cabalgatas y paseos en bicicleta. El río Quimivil se convierte en un lugar perfecto para descansar, refrescarse y compartir en familia. En cuanto a la gastronomía, el pueblo ofrece delicias típicas catamarqueñas como tamales, empanadas y cabrito, disponibles en hosterías familiares y ferias locales que mantienen vivas las recetas tradicionales, algo muy atractivo para el turismo.
Cómo ir hasta Londres
Llegar a Londres es sencillo desde San Fernando del Valle de Catamarca, ubicada a unos 280 kilómetros. El viaje en auto dura alrededor de cuatro horas por la Ruta Nacional 38 y la Ruta Nacional 40, que ofrecen un recorrido con vistas panorámicas de los cerros.
Otra opción es partir desde Belén, a tan solo 15 kilómetros, que funciona como punto de conexión para quienes arriban en micro desde distintos destinos del país. El trayecto es asfaltado y seguro, ideal para quienes buscan combinar comodidad y paisajes de montaña.
Fuente: Ambito