Cada día que pasa el gobierno de Javier Milei parece que prefiere que Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venzuela cuando quería ingresar a ese páis desde Colombia, a que haya gestiones que logren que retorne a la Argentina. Al menos eso parece indicar el repudio de la Casa Rosada a la gestión que realizó el exembajador argetino en Venezuela, Oscar Laborde. Este reconoicó que intercedió ante las autoridades venezolanas para hacerle llegar una carta de su familia al gendarme preso. La reacción en el gobierno libertario fue polémica ya que trataron a Laborde desde “agente cubano” hasta que formó parte de una operación para hacer quedar al gobierno de Nicolás Maduro como receptio a pedidos humanitarios.
La versión de Laborde es diametralmente opuesta a la que describen los habitantes de los despachos en la Rosada. “Hubo un acercamiento de una persona allegada a la madre del gendarme, me preguntó si podía hacerle llegar una carta y se hizo la gestión, solamente por una cuestión humanitaria”, dijo Laborde.
Agregó que durante las gestiones que hizo para trasladarle la misiva al cabo de Gendarmería, recibió información de que “está en buenas condiciones”, pero recalcó que “está produciéndose una investigación porque hay una irregularidad muy grande” en su ingreso a Venezuela “por una frontera que es muy irregular”.
El Gobierno argentino denunció a través de distintos canales que Gallo se encuentra secuestrado por la administración de Nicolás Maduro, mientras que funcionarios venezolanos, como el canciller Diosdado Cabello, lo acusaron de haber sido enviado para realizar tareas de espionaje.
Laborde sostuvo que, en este caso, “hay una responsabilidad muy grande de la ministra de Seguridad (Patricia) Bullrich, tan obvia que hasta la vicepresidenta de su gobierno (Victoria Villarruel) salió a decir que ella no lo hubiera autorizado”. Laborde indicó que “hay un procedimiento que tiene que hacerse cuando un militar viaja al exterior, aunque esté de licencia. Por eso Villarruel dice ‘yo no lo hubiera autorizado’. Alguien autorizó mal y en estas condiciones fue mal enviado”, enfatizó el ex diplomático.
Además, recordó que “el 28 de marzo de este año Bullrich dijo que iba a enviar ocho gendarmes a Venezuela a cuidar a la oposición. Y apareció un gendarme. Es de pensar que, si ella dijo que iba a enviar gendarmes, lo mando ella”.
Bullrich enfureció ante estos comentarios y aseguró que lo que hizo Laborde fue realizar “declaraciones diciendo que no se presentaron todos los papeles, justifican que haya un argentino desaparecido. La verdad es que da vergüenza ajena que haya sido una persona que representó en algún momento a la Argentina como embajador”. Nada dijo sobre si fue bien o mal realizada la autorización del viaje.